La Secretaría de Hacienda (SHCP), informó a la Cámara de Diputados, que para el año entrante, el Gobierno Federal estima un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de entre 2.6 y 3.6 por ciento y para efectos de estimaciones de finanzas públicas, se plantea utilizar un crecimiento de 3 por ciento.
Asimismo, prevé que la inflación mantenga el nivel del 3 por ciento; en tanto que el precio del barril de petróleo se contempla en 35 dólares por barril, 19 dólares menos que en el paquete económico anterior.
Esto, aunado a que el programa de coberturas petroleras podrá dar certidumbre, pero no podrá alcanzar el nivel de 50 dólares por barril, como se estableció en este 2016.
La dependencia agregó que ante las complicaciones económicas internacionales y nacionales, será necesario “hacer reducciones adicionales” al gasto programable, por lo que se necesitará un ajuste adicional por 175.1 mil millones de pesos “contra el estimado de cierre para 2016”; el cual se sumará al recorte aplicado en febrero pasado, por un monto de 132 mil millones de pesos.
“Se requerirá realizar un ajuste total al gasto programable, sin inversión de alto impacto económico y social, por 311.8 mil millones de pesos con respecto al Presupuesto de Egresos de la Federación 2016. Es decir, considerando el ajuste preventivo de gasto anunciado en febrero por 132.3 mil millones de pesos (136.7 a pesos de 2017), se requerirá un ajuste adicional de 175.1 mil millones de pesos contra el estimado de cierre para 2016”, notificó.
Esto se explica, abundó, por un menor déficit de 99.9 mil millones de pesos; menores ingresos presupuestarios por 118.2 mil millones de pesos y un mayor gasto no programable por 93.7 mil millones de pesos.
Dicho ajuste será un reto para las finanzas públicas, admitió, pero es manejable con respecto a recortes anteriores.
De igual modo, se proyecta un tipo de cambio promedio de 17.2 pesos por dólar en 2017, expuso el despacho federal.
Lo anterior, de acuerdo al documento que incluye los escenarios sobre las principales variables macroeconómicas para el año 2017, referentes al crecimiento, inflación, tasas de interés y precio el petróleo.
El texto entregado a la Mesa Directiva de San Lázaro y que firma el subsecretario Fernando Aportela, agrega que en 2017 las exportaciones no petroleras del país aumentarán, impulsadas por el crecimiento previsto para la producción industrial en Estados Unidos.
Indicó que la demanda interna mantendrá un ritmo creciente y podría ser mayor que la prevista para este 2016, continuará la creación de empleos, la confianza de consumidores y empresas repuntará y habrá una mejora en los “salarios reales”.
Manifestó que el crecimiento del PIB podría registrar mayores niveles, debido al aumento en la producción industrial en Estados Unidos, una recuperación acelerada y anticipada del precio del petróleo, y el funcionamiento de las reformas energética, financiera, fiscal y otros cambios estructurales.
No obstante, Hacienda reconoció que las finanzas públicas en 2017 seguirán enfrentando complicaciones, pues es posible que los precios del crudo no registren el alza estimada.
Refirió que el año entrante no se esperan incrementos significativos en los ingresos tributarios, por lo que “no servirán como un contrapeso suficiente” para cubrir los faltantes generados por menores ingresos petroleros.
Subrayó que se mantienen las metas de 0.0 por ciento del PIB para el déficit presupuestario sin inversión de alto impacto; aunado a que el balance presupuestario con inversión de alto impacto se ubicará en 2.5 por ciento del PIB.
Reiteró que los ingresos presupuestarios contemplan una menor producción petrolera, precios bajos del crudo y un crecimiento “inercial” de los ingresos tributarios; aunado a que se cumplirá el compromiso de no aumentar ni crear nuevos impuestos.
De modo que los ingresos presupuestarios serán menores en 118.2 mil millones de pesos con respecto a este 2016. Lo que se atribuye a la captación de menores ingresos petroleros en 227.2 mil millones de pesos, remarcó.
Los ingresos tributarios, externó, serán menores en 42.4 mil millones de pesos; mientras que los ingresos propios de entidades de control directo y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) también serán menores en 13.8 mil millones de pesos.
En el caso de los ingresos tributarios, éstos serán mayores en 165.1 mil millones de pesos, a causa de una mayor actividad económica.
Explicó que la meta del déficit presupuestario y los ingresos estimados, implican que el gasto neto total en 2017, sin contar la “inversión de alto impacto económico y social”, será menor en 218.1 mil millones de pesos con respecto a 2016, lo que representa una disminución de 5 por ciento en términos reales.
Si se toma en cuenta la inversión en proyectos de alto impacto, la reducción en el techo del gasto neto presupuestario sería de 203.6 mil millones de pesos, equivalente a 4.2 por ciento.
Estimo que el gasto no programable podría aumentar 93.7 mil millones de pesos, por el costo financiero del aumento en las tasas de interés internas y externas, en el tipo de cambio y por el pago de participaciones a los estados.
En cuanto al gasto programable, sin contar la inversión de alto impacto económico y social, se reducirá 311.8 mil millones de pesos, por lo que será 9.8 por ciento menor que este 2016.
Contando la inversión de alto impacto económico y social, la caída del gasto programable será de 297.3 mil millones de pesos, 8.1 por ciento menos.
Respecto a los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP), estimó que en 2017 alcanzarán el 3 por ciento del PIB, nivel inferior en 0.5 puntos del PIB previsto para 2016.
De modo que el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público mantendrá una historia decreciente, y quedará en 48.3 por ciento del PIB, 3 por ciento menos que lo estimado para el cierre de este año.
El documento también contiene la lista de programas prioritarios y sus montos, así como los principales objetivos para la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos del año entrante.