El ingreso promedio es 38 por ciento mayor en la formalidad que en la informalidad, de acuerdo con resultados del “Módulo de trayectorias laborales 2015”, desarrollado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).
Los organismos precisaron que la probabilidad de ser informal cuando se fue informal en el empleo anterior es muy alta, con 70.9 por ciento, por lo que hay que seguir con la generación de incentivos para que los trabajadores inicien su carrera en la formalidad.
“Los esfuerzos que impulsa el gobierno federal para promover la formalización del empleo han empezado a ofrecer resultados positivos, tanto en el número de empleos formales creados como en la reducción gradual de los niveles de informalidad”, dijo el titular de la Consar, Carlos Ramírez.
Señalaron que las mujeres y los jóvenes son los grupos más vulnerables en materia de pensiones, pues las condiciones del mercado laboral podrían llevar a que al momento de su retiro laboral, su pensión sea muy baja o no puedan acceder a una pensión mínima garantizada.
Los resultados de este segundo Módulo fueron dados a conocer por los presidentes del INEGI, Julio Santaella, y de la Consar, Carlos Ramírez.
Destacaron que la edad para iniciar la carrera laboral disminuyó respecto a la encuesta previa, que fue en 2012, al pasar de 21.3 a 20.8 años; en los hombres es de 19.5 años y en las mujeres de 22.1.
En conferencia de prensa, Ramírez dijo que este dato revela que las mujeres inician su carrera a una edad más tardía, lo que las coloca en desventaja para iniciar la acumulación de recursos para su pensión futura.
Apuntó que la estabilidad laboral aumentó, pues la duración por empleo aumentó de 2.9 a 3.3 años, y el número de trabajadores con un solo empleo pasó de 44 a 54 por ciento, lo que representa una buena noticia para el sistema de pensiones.
Subrayó que a lo largo de su trayectoria laboral, los trabajadores transitan hacia trabajos más calificados y aumentan los empleos con contrato permanente, al pasar de 48 por ciento al inicio de la carrera laboral, al 59 por ciento en el empleo más reciente.
El titular de la Consar refirió que muchos de los trabajadores con mayor estabilidad laboral finalizan dicha relación por razones personales; en contraste, los trabajadores con mayor inestabilidad generalmente finalizan por razones exógenas a ellos.
Indicó que a diferencia de los hombres, la mayoría de las mujeres se dedica al hogar cuando dejan un empleo, lo cual confirma que es un grupo vulnerable en materia pensionaria.
Esto, porque empiezan a laborar tres años más tarde que los hombres, su nivel educativo es más bajo, tiene una mejor duración en el empleo, tienen una baja densidad de afiliación, y les es más difícil encontrar empleos que ofrezcan seguridad social.
Ramírez apuntó que en los últimos cinco años, el ingreso promedio de un trabajador del sector formal fue 38 por ciento mayor al del mismo trabajador, pero en el sector informal, lo que significa que “la formalidad paga más”.
Anotó que a mayor educación más ingreso, pues quienes tienen educación superior ganan 4.68 salarios mínimos, contra 1.97 para quienes tiene educación primaria, y los hombres tienes un nivel educativo superior al de las mujeres.
En el Norte y el Centro Sur viven los encuestados con los ingresos promedios más altos, mientras que el cambio de empleo trajo un crecimiento salarial para todos los casos, salvo para los trabajadores con elevada inestabilidad, añadió.
Respecto a la seguridad social, refirió que 68.6 por ciento de las personas con experiencia laboral han cotizado a la seguridad social en algún momento de su carrera, aunque para 68 por ciento resulta complicado conseguir un empleo con seguridad social.
El funcionario federal expuso que 30 por ciento de los mexicanos mayores de 65 años tienen una pensión, es decir, tres de cada 10, lo que revela que la cobertura de los sistemas de pensiones o de cuantas individuales es muy baja.
Mencionó que la densidad de afiliación (número de semanas que cotiza un trabajador en la seguridad social) en el periodo de 2010-2015 fue de 76.9 por ciento, lo que indica que, en dicho periodo, los trabajadores que estuvieron en la formalidad alcanzaron 77 de cada 100 semanas cotizando.
Aseveró que los trabajadores con un empleo formal con inscripción al IMSS tienen alta probabilidad de contratarse nuevamente con seguridad social, pero ocurre lo mismo para un trabajador informal, quien tiene una elevada probabilidad de permanecer en dicha modalidad.
Señaló que la densidad de afiliación es más alta para los trabajadores de mayor escolaridad, ingresos y estabilidad laboral, aunque esta disminuye conforme a la edad.
“El riesgo para las pensiones es que haya un segmento de la población que no alcance los requisitos de semanas de cotización requeridas para acceder a una pensión mínima garantizada”, alertó Ramírez.
A su vez, el presidente del INEGI, Julio Santaella, dijo que de una población de 120 millones de personas en México en 2015, 62 millones son mujeres, las cuales enfrentan una importante de vulnerabilidad en materia de pensiones.
Indicó que otra grupo vulnerable son los jóvenes, los cuales ascienden a 29 millones en un rango de 20 a 34 años, mientras que los menores de 20 años son 43 millones. La edad media en México es de alrededor de 27 años.
El “Módulo de trayectorias laborales 2015 se aplicó en siete mil viviendas. Incluyó trabajadores urbanos de 18 a 54 años con experiencia laboral y consideró tanto trabajadores formales como informales que trabajaron de 2010 a 2015