Es necesario diseñar nuevos productos financieros que realmente apoyen y mejoren la calidad de vida de las clases populares, cuidando que sean créditos responsables y que no ahorquen, afecten o empobrezcan más a la población a la que están dirigidos.
El presidente de la Asociación Mexicana de Entidades Financieras Especializadas (AMFE), Enrique Bojórquez Valenzuela, manifestó lo anterior al participar en el Foro del Sector Financiero Popular en México Conamic 2016.
Señaló que debe hacerse un esfuerzo en el segmento popular para hacer un trabajo ético y responsable hacia los usuarios, diseñar los productos que realmente necesitan y tener los sistemas de control de identidad, de prevención de fraudes y de seguimiento de la cobranza que contribuyan a disminuir las quejas y mejorar la atención al cliente.
Hizo énfasis en que se debe hacer un esfuerzo porque las tasas de interés de los créditos populares sean las más bajas posibles, que no pasen de dos dígitos, porque hay casos de créditos que rebasan los tres y hasta cuatro.
Aseguró que las sofomes e intermediarios no bancarios son más competitivos para que la inclusión financiera avance, sobre todo en los sectores donde la banca tradicional no llega.
Respecto a la regulación de las Fintech, Bojórquez Valenzuela consideró que se les debe integrar a un marco de Ley, con parámetros de justicia y equidad, y que incluya la prevención de lavado de dinero y del agio, entre otras problemáticas que se pueden generar.
Destacó la prontitud que requiere regular a estas nuevas herramientas financieras porque la tecnología avanza velozmente y cambia la realidad en poco tiempo.
AMFE y su Plan Estratégico 2020
Luego de afirmar que la AMFE es la asociación no bancaria más importante en México, en cuanto a montos de créditos colocados en los sectores automotriz, empresarial, agroindustrial, créditos personales, microfinanzas y mobiliario, sostuvo que desde 2012 iniciaron su Plan Estratégico 2020 para promover una mejor inclusión financiera del país y atender adecuadamente la demanda de financiamiento.
Bajo ese marco, agregó, se está innovando en las finanzas populares para tener un mejor acercamiento con la población de menores ingresos, diseñando productos de monto y plazo accesibles con tiempos para su entrega en unas cuantas horas.
En la AMFE, apuntó, innovar no es sólo uso de tecnología, sino una mejora continua y el desarrollo de nuevos canales y productos, incluyendo a las llamadas Fintech.
Consideró prioritario trabajar en red para enfrentar las distancias, y usar nuevas tecnologías para expandir y mejorar los servicios financieros para microempresarios y población de bajos ingresos, a los beneficiarios de programas sociales y personas que reciben transferencias.
Finalmente señaló que la telefonía móvil tiene un alto potencial para que la población tenga acceso a los servicios financieros a bajo costo y para que las empresas apliquen sus estrategias de ventas cruzadas.