El Banco de México advirtió sobre la agudización de los riesgos en los mercados financieros ante la creciente volatilidad que presentan, lo que podría generar episodios de considerable aversión al riesgo que pudieran traducirse en salidas de capital del país.
Al dar a conocer la minuta de la reciente reunión de la Junta de Gobierno, el Banco Central enfatizó que el resurgimiento en la volatilidad podría derivarse principalmente de los riesgos externos asociados a factores geopolíticos y, en particular, a las posibles consecuencias del proceso electoral de Estados Unidos, medidas previsibles de normalización de la postura monetaria de la Reserva Federal, así como reducciones potenciales en el precio del petróleo.
Ante estos riesgos, los integrantes de la Junta de Gobierno recalcaron la importancia de redoblar el esfuerzo por mantener fundamentos macroeconómicos sanos en México. En particular, destacaron que continúan siendo deseables acciones adicionales de consolidación en las finanzas públicas, tales como procurar un superávit primario a partir de 2017, para poder absorber de manera más eficiente choques del exterior y propiciar saldos adecuados de la cuenta corriente, detalla el Banxico.
Se proyecta que el déficit de cuenta corriente aumente en 2016 y 2017 a pesar de la desaceleración de la actividad productiva, de manera que indirectamente se podrían presionar los precios a través del tipo de cambio, principalmente los de las mercancías.
En la reunión de la Junta de Gobierno se destacó que el aumento del déficit de la cuenta corriente ha causado cierta inquietud entre algunos participantes del tendría que responder a un deterioro en la cuenta corriente solamente en la medida en que se llegaran a percibir riesgos para la inflación a través de su impacto en el tipo de cambio.
Esto implicaría riesgos y costos para la economía, que pueden evitarse mediante un ajuste oportuno y de magnitud adecuada de la política fiscal.
La Junta de Gobierno del Banxico precisó que sería deseable que el ajuste fiscal se concentrara en el gasto que reducciones del gasto en inversión pública pudieran afectar el flujo de ingresos públicos futuros lo que, incluso, podría tener un efecto adverso sobre la inflación.
Se enfatizó en la necesidad de que las autoridades fiscales proporcionen certidumbre sobre la trayectoria de las finanzas gubernamentales y el compromiso de dichas autoridades con niveles de endeudamiento público sostenibles, por lo que destacaron que sería deseable contener el
crecimiento del saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público en relación al PIB.
Recalcaron que ante los riesgos para la cotización del peso , podría ser necesaria la implementación coordinada de medidas fiscales, monetarias y cambiarias.
Adicionalmente, se recalcó que ante las circunstancias actuales, además de preservar la estabilidad macroeconómica y financiera, se requiere de la implementación de las medidas necesarias de ajuste estructural e institucional para incrementar el potencial de crecimiento económico.