De acuerdo con un análisis de Citibanamex, habrá un incremento de precio en México de alrededor de 22.5 por ciento, una vez que en menos de dos semanas inicie la liberalización del mercado nacional.
Lo anterior, debido a la depreciación del peso y el alza sostenida en el costo de la gasolina en Estados Unidos, de donde se importa alrededor de la mitad del consumo nacional del combustible, explicó Citibanamex. “La liberalización implicaría precios significativamente mayores que los actuales”, consideró el grupo financiero.
Cabe señalar que actualmente, el precio de la gasolina Magna es de 13.98 pesos por litro; el de la Premium, de 14.81 pesos y el del diésel de 14.63 pesos.
El Grupo Financiero de mayor tamaño en el país después de BBVA Bancomer, explicó que con la depreciación del peso –de 18 por ciento en lo que va del año-- y el mayor precio de la gasolina en Estados Unidos, como consecuencia del alza en las cotizaciones del petróleo, cambió “fuertemente” el escenario previsto por el gobierno federal cuando decidió proponer que se adelantara de 2017 a 2018 la liberalización del mercado de gasolina, planteamiento que fue aprobado por el Congreso en la Ley de ingresos para el próximo año, consideró Banamex.
“De seguir adelante con sus planes el precio de la gasolina subiría 22.5 por ciento en promedio en el 2017, con un impacto en la inflación de 0.95 puntos porcentuales”, comentó el grupo financiero.
La liberalización prevista implicaría precios significativamente mayores a los actuales. En septiembre de este año el gobierno decidió adelantar la apertura del mercado de gasolinas a enero del 2017. En el momento de esa decisión, las perspectivas económicas para el siguiente año eran muy diferentes de las actuales: por un lado, una paridad cambiaria en la que el peso se fortalecía frente al dólar en lugar de la significativa depreciación reciente y del débil nivel del peso previsto para el próximo año; y por otra, los precios del petróleo y la gasolina no se pronosticaba que subieran tanto como ahora se anticipa, apuntó.
Con la perspectiva previa, el gobierno podía prever que el precio de la gasolina en 2017, una vez liberado, podía ser constante o incluso menor al precio controlado del 2016.
Actualmente, el precio de la gasolina está controlado y fluctúa en una banda de incrementos no mayores a 3 por ciento. En 2016 el gobierno transparentó la fórmula para estimar el precio de la gasolina; en ella se establecen los costos, impuestos y ganancias que el gobierno supone que se observarían en un mercado liberalizado. Adicionalmente se incluye una variable de ajuste que permite garantizar que el precio al consumidor no exceda los límites de la banda.
“Desde el primer día del año, la eliminación de la banda, que limita el incremento de precios, implicaría un aumento abrupto, de 13.2 por ciento frente a diciembre del 2016. Ese es nuestro pronóstico bajo el supuesto de que la fórmula establecida para el precio controlado del 2016 simula bien los determinantes de un precio de mercado, y que se cumplen los precios de la gasolina en Estados Unidos de acuerdo al mercado de futuros”, apuntó Citibanamex.
Así, añadió, el precio de la gasolina subiría en el 2017 a un promedio anual (con oscilaciones durante el año sobre todo por la trayectoria de los precios internacionales, incluido su componente estacional) de 16.61 pesos por litro, 22.5 por ciento por encima del promedio del 2016.
En el caso de enero, los precios podrían ubicarse en 15.82 pesos el litro, frente a los 13.98 actuales (13.2 por ciento de aumento). Tales aumentos tendrían un impacto importante sobre los precios al consumidor y al productor. Considerando aquí sólo lo primero y sólo los efectos directos, el resultado es un aumento directo en el mismo de 0.95 puntos porcentuales en la inflación.
“Esto supone un dilema para el gobierno: si quisiera evitar todo aumento del precio, el costo fiscal sería de 145 mil millones de pesos”. El retraso en la liberalización evitaría el descontento social por el fuerte incremento en precios, pero a un costo fiscal importante.
El impacto financiero en las familias de la transición a un esquema de precios de mercado será un elemento de consideración para el gobierno. Calculó que mantener el esquema actual implicaría un costo fiscal elevado: en un extremo, si se fijara el precio en el 2017 en el mismo promedio de 2016 (13.55 promedio por litro) en lugar del 16.61 que podría resultar de un precio completamente liberado, significa una pérdida de recaudación de 145 mil millones de pesos dado un consumo estimado de gasolinas para el 2017 de 820 mil barriles diarios.
Otras dificultades de la liberalización se asocian a las diferencias regionales. Por un lado, el precio va a variar entre regiones en función de su lejanía respecto a los centros de producción (o importación) y almacenamiento, la densidad y calidad del transporte, y de las condiciones de competencia entre gasolineras.
Por otro lado, se sabe que son la Comisión Reguladora de Energía junto con la Comisión Nacional de Competencia quienes determinarán qué zonas y en qué tiempos se libera el precio. Es presumible que no se hará de una sola vez y/o al mismo tiempo en todo el territorio.
El problema es que en ese caso, por ejemplo, dos o tres estados de la república, al liberalizar el precio experimentarían un aumento inmediato en enero de 13.2 por ciento (y 22.5 por ciento en promedio en el año; todo con un supuesto de uniformidad del país), y el gobierno deberá decidir el precio máximo a fijar en el resto del país.
Si no aumenta en todos los estados por igual habría un factor de descontento proveniente de los estados en donde se libere el precio, apuntó.
Mientras tanto, en la frontera es probable que continúe el subsidio fiscal, pero de todas formas el precio aumentará ahí incluso en un porcentaje mayor en pesos en el 2017 que en el resto del país. Actualmente, el precio en la frontera está alineado al precio en Estados Unidos (10.8 pesos por litro aproximadamente y 9.62 en promedio en 2016), por abajo del precio en el resto del país. Al considerar los precios de futuro para el 2017 más la depreciación, implica que el precio en la frontera podría ser de 12.08 pesos por litro en 2017 en promedio, es decir un incremento de 26 por ciento frente al promedio de este año, de acuerdo con el grupo financiero.