Ante el entorno de incertidumbre con el que inició 2017, es fundamental plantear medidas inmediatas que contribuyan a hacer frente a las presiones que se avecinan, consideró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
En su publicación semanal “Análisis económico ejecutivo”, refirió que desde hace algunos meses, el sector privado comenzó a preparar una serie de propuestas que incluyen medidas para mantener la estabilidad de precios y blindar la economía familiar.
Asimismo, estimular el financiamiento para inversión y creación de empleos, sanear las finanzas públicas, preservar y fortalecer la cultura de la legalidad, así como el Estado de derecho, mencionó.
Destacó que dichas medidas fueron seriamente consideradas por el gobierno federal para anunciar el “Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar”, firmado la semana pasada por los sectores laboral y empresarial, así como por las autoridades federales.
El objetivo, agregó, es evitar un incremento en los precios después de haber anunciado el aumento de los combustibles, que “fue un duro golpe para los hogares y para los costos de las empresas”, así como fortalecer la estabilidad macroeconómica y estimular la actividad productiva, además de la creación de empleos.
El organismo de investigación y análisis del sector privado estimó que el Acuerdo no está cerrado a mejoras posteriores, siempre con el objetivo de desarrollar la posición del país para el mediano y largo plazos.
Señaló que el entorno ce incertidumbre y preocupación de inicio de año ha incidido negativamente en la perspectiva de todos los agentes económicos, propiciando que los pronósticos de crecimiento económico se sigan ajustando a la baja.
El mayor nerviosismo se centra en las amenazas y medidas anunciadas por el republicano Donald Trump en contra de México, aún sin haber tomado posesión de la presidencia de Estados Unidos, lo que ocurrirá el 20 de enero próximo.
Mencionó que se han comenzado a reportar decisiones que implican cancelar o posponer proyectos de inversión estadounidense en México, incidiendo negativamente en las expectativas de crecimiento del sector productivo y de la creación de empleos.
“Así, el entorno externo se ve complejo y con ello la posibilidad de un impacto negativo para la actividad económica de nuestro país”, alertó el CEESP.
Estimó que la disminución de inversión extranjera proveniente de Estados Unidos y de otros países a los que alcance las amenazas de Trump, limitará un mayor dinamismo de la actividad productiva de México y la capacidad de crear nuevos empleos mejor remunerados, lo que tendría un efecto negativo en la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
El organismo señaló que en el ámbito externo, México tendrá que enfrentar la posibilidad de que Estados Unidos instrumente una política proteccionista, lo que podría llevar a serios conflictos comerciales.
Asimismo, aumentan las presiones provenientes de la normalización de la política monetaria estadounidense y, con ello, la posibilidad de que el tipo de cambio continúe debilitándose, consideró.
Advirtió que esto podría tener un impacto importante en el comportamiento de la inflación en México, que según estimaciones recientes, ya se anticipa que supere el rango máximo establecido por el Banco de México, con un límite máximo de 4.0 por ciento, pues el incremento en el precio de los combustibles es una presión adicional en los precios al consumidor.
Además, se mantiene la incertidumbre por la evolución de las finanzas públicas, pues los planes de austeridad no se han reflejado en las cifras y de no haber un ajuste real en el gasto público, se complica la posibilidad de un superávit primario suficiente en 2017 para evitar que la deuda siga creciendo como porcentaje del PIB.
Bajo este escenario, los pronósticos de crecimiento del PIB para 2017 se siguen ajustando a la baja, y los especialistas anticipan un avance de 1.6 por ciento, prácticamente la mitad de la estimación hecha en diciembre del 2015, de acuerdo con el último sondeo del Banxico.