El secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, dijo el martes que una propuesta de reforma tributaria en Estados Unidos podría no incluir un impuesto que golpeé a las importaciones mexicanas, un gravamen con el que el Gobierno de Donald Trump busca financiar
la construcción de un muro en la frontera común.
El supuesto impuesto de alrededor de un 20 por ciento favorecería la producción en plantas de Estados Unidos y sería parte de un paquete fiscal más amplio que está considerando el Congreso de ese país.
"Yo he hablado con muchos colaboradores del presidente de Estados Unidos y no encontré que haya uniformidad en su pensamiento en relación a un impuesto a flujos que favorezca exportaciones y discrimine importaciones", dijo Guajardo.
"No estaría yo tan seguro de que apareciera en la propuesta", añadió en declaraciones a periodistas en los márgenes de un evento de la alemana Siemens.
El plan de levantar un muro en la frontera de más de 3,000 kilómetros con México ha tensado las relaciones entre los países vecinos, cuya integración económica y comercial se profundizó desde 1994 con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en el que participa también Canadá.
La insistencia de Trump de que México pagará por el muro llevó a la cancelación de una reunión con su homólogo mexicano, Enrique Peña, a finales de enero. El TLCAN está bajo escrutinio y su renegociación parece estar a la puerta. Trump ha dicho que si no logra mayores beneficios para su país lo abandonará.
Durante el evento de Siemens, en el que la empresa formalizó inversiones por 200 millones de dólares en la próxima década, el director general la firma, Joe Kaeser, dijo estar comprometido con México y se manifestó en contra del muro.
"Como alemán podemos escuchar acerca de construir muros, este es más que un debate político para nosotros porque experimentamos esto por mucho tiempo y hemos visto el muro venir e irse y somos muy sensibles sobre la separación física de comunidades y personas", dijo Kaeser en conferencia de prensa.
Analistas han dicho que un impuesto que encarezca la importación de productos mexicanos sería al final pagado por los consumidores estadounidenses, además de que junto con un plan para elevar gastos en infraestructura impulsarán la inflación.