Hacia principios de los años ochenta, la economía mexicana cambia su
trayectoria y entra en un proceso de crecimiento muy bajo: bajo para sus niveles de población; bajo también para sus necesidades, y para la deuda social. No solamente entra en un crecimiento bajo, sino que los frutos de dicho crecimiento se concentraron en algunos sectores sociales, así como en ciertas regiones y ramas de la economía. No solamente ha sido un crecimiento bajo; también lo ha sido con beneficios desiguales para la economía en su conjunto.
De ahí que el programa de la Secretaría de Economía incluya no solo reactivar el crecimiento, llevándolo a tasas de un nivel alto y sostenido, sino hacerlo principalmente con un enfoque que nos permita resolver justamente estas desigualdades.
Por estas razones es que el programa de la Secretaría de Economía se enfoca en tres pilares importantes y complementarios: innovación, diversificación e inclusión.
Y es en materia de innovación, donde la Secretaría de Economía considera que solo a través de la adopción y adaptación de nuevas tecnologías, nuestro país podrá tener y alcanzar un crecimiento alto y sostenido durante las próximas décadas.