El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) advirtió que ceder a las presiones sobre la reforma educativa sentaría un precedente negativo para el resto de los cambios estructurales.
El presidente del organismo, Víctor González Olivares, respaldó la decisión del Ejecutivo federal de no dar marcha atrás en lo relacionado con la evaluación de los profesores y que forma parte de la reforma educativa.
Reconoció que las acciones de los últimos días en esta capital, como plantones y bloqueos por parte de los miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores Educación (CNTE), ocasionan que lo aprobado sea más difícil de aplicar, más no su revocación, toda vez que las decisiones fueron tomadas en consenso por los partidos.
“Si se cede ahora vamos a dar un mal antecedente para las siguientes reformas, como la energética y fiscal”, expuso el directivo del IMEF.
En su opinión, “se tiene que hacer saber a la población en general que realmente estas presiones no pueden cambiar lo que los legisladores ya decidieron”.
Argumentó que este tipo de manifestaciones atrasan la agenda y lo que se necesita en México es actuar con rapidez porque no se tiene mucho tiempo y un ejemplo de ello es el crecimiento económico observado en el primer semestre del año.
Refirió que la reforma busca asegurar un nivel adecuado de los maestros, en especial cuando el bono demográfico del país es de jóvenes.
Así que “si cedemos y no dejamos que se les eduque adecuadamente vamos a tener un problema de ninis el futuro o con educación muy débil”, insistió en el marco del III Congreso de Investigación Financiera IMEF.
Subrayó que debe seguirse con la reforma y los maestros deben entender que se les va a evaluar y que los que registren deficiencias se les va a educar y no retirarlos de su cargo en lo inmediato.
Respecto a la reforma energética, dijo que se cuenta con el tiempo suficiente para el análisis y debate sobre todas las propuestas presentadas, de tal manera que se concluya con una buena propuesta.
Reiteró que es necesario actuar de manera más rápida en los cambios estructurales que requiere el país para impulsar un mayor crecimiento económico, así como cubrir el déficit de alrededor de 750 mil empleos anuales y de calidad.