México, junto con Brasil, se ubica como uno de los países de América Latina más cercano a operar sin efectivo y más a través de medios de pago electrónicos en la región, de acuerdo MasterCard.
Refiere que el reporte global The Cashless Journey examina cómo 33 de las principales economías en el mundo evolucionan de ser sociedades que funcionan mayormente con efectivo hacia aquellas que se desempeñan primordialmente sin efectivo.
El director de Acceso a Servicios de Asesoramiento Financiero de International Finance Corporation, Peer Stein, señala que “lo que parece haberse olvidado en el diálogo sobre las políticas es que el acceso al efectivo toma tiempo, es más peligroso llevarlo con uno y le cuesta a un país hasta 1.5 por ciento de su Producto Interno Bruto”.
Así, dicho estudio incluye a cuatro países de América Latina -Brasil, México, Colombia y Perú- el cual revela que Brasil y México están en la transición hacia una sociedad sin efectivo, mientras que los otros dos apenas comienzan su trayectoria.
Así, en Brasil se estima que 57 por ciento del valor de los gastos de consumo corresponde a transacciones sin efectivo, mientras que en México es de 53 por ciento.
En tanto, las economías de Colombia (24 por ciento) y Perú (22 por ciento) están dando los primeros pasos hacia el desplazamiento del efectivo.
Entre los factores que impulsan un menor uso del efectivo en esos países destacan las nuevas tecnologías, los programas gubernamentales y las preferencias del consumidor.
En el caso de México, sugiere continuar con la educación y la inclusión financiera, en especial cuando el gobierno mexicano considera que el uso de efectivo genera un costo o desventajas para la economía, al permitir la evasión de impuestos y los efectos nocivos del lavado de dinero y la corrupción.
Así, expone MasterCard, “tanto para México como para Brasil, los pagos desde dispositivos móviles pueden ser una fuente importante de oportunidades”.