México es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con el ingreso familiar más bajo, 4 mil 500 dólares en 2010 frente a los 20 mil 400 de media en los 34 países miembros, y el segundo por las desigualdades entre ricos y pobres después de Chile.
Los hogares mexicanos sufrieron una caída anual de los ingresos de casi el 6 % entre 2007 y 2010, los primeros años de la crisis, un descalabro que en términos relativos sólo fue superado por el experimentado por los islandeses (-8 % anual), según el informe “Panorama de la sociedad” publicado hoy por la OCDE.
En ningún otro miembro de la organización los ingresos familiares se situaban en 2010 por debajo de los 5.000 dólares, y únicamente estaban por debajo del umbral de los 10.000 en Turquía (7.100), Chile (8.300) y Hungría (9.300).
En el otro extremo, Luxemburgo destacaba con 36.400 dólares, por delante de Noruega (32.400), Suiza (31.300) y Estados Unidos (29.100).
México también destacaba por la desigualdad en términos de ingresos entre el 10 % de la población más rica y el 10 % más pobre, con un coeficiente de Gini de 0,47 únicamente superado por el de Chile (0,50) y muy superior al de la media de la OCDE (0,31).
También ocupaba la segunda posición, tras Israel, por la proporción de pobres, con un 20,4 % de la población con menos del 50 % del ingreso medio.
En México el gasto público en la protección social en 2012-2013 representa el 7,4 % del Producto Interior Bruto (PIB), la cifra más baja del conocido como el “Club de los países desarrollados”, donde la media es el 21,9 %, y llega a suponer un 32,8 % en Francia.
Un 31,9 % de los mexicanos señalaba no tener suficiente dinero para cubrir sus necesidades alimentarias antes de la crisis, el más alto porcentaje de la OCDE, donde la media era del 11,2 %.
Pero además, en 2013 había crecido hasta el 38,3 %, mucho más de lo que lo había hecho la media de la organización (13,2 %).
Los autores del informe hicieron notar que México es uno de los pocos Estados que carecen de prestaciones por desempleo y que el peso del sector informal hace que buena parte de la población carezca de cualquier tipo de protección social.
La esperanza de vida de los mexicanos en 2011 era de 74,2 años, la más baja de la OCDE, que era de 80,1 años de media. Y eso que en las cuatro décadas precedentes, había aumentado en 13,3 años, un avance sólo superado por Turquía (20,4 años suplementarios), Corea del Sur (19 años), Chile (16,2) y Portugal (14,1).