La homologación del IVA en la frontera ha dejado pérdidas por más de 2 mil millones de pesos, porque se ha convertido en un inhibidor para la inversión en sectores como el turismo, la industria y el comercio, por tal motivo, el diputado Jaime Bonilla Valdez, presentó una reforma a la Ley del Impuesto al Valor Agregado.
Lo anterior tiene como fin llamar a la reflexión a los legisladores federales y al Presidente de la República, ya que, dijo, como se preveía, esa medida ha deteriorado en gran medida la calidad de vida de los que residen en esta zona.
El diputado, quien pertenece a la fracción parlamentaria del Partido del Trabajo (PT), reiteró su rechazo a la homologación del IVA en la frontera norte de México y resaltó que el aumento del IVA en la frontera tiene efectos más severos para la economía de los hogares de dicha zona, y que la entrada en vigor de la homologación del IVA, no cumple con el principio de justicia social, pues las regiones fronterizas tienen condiciones de mercado diferentes a las del resto del país
“De entrada, el comercio y la industria que se encuentra en nuestra zona fronteriza del norte no compite con la industria y comercio del resto de México, compite con sus similares estadounidenses, los cuales son gravados con tasas inferiores al 11%”, dijo.
Bonilla Valdez explicó que la meta del Gobierno Federal de recaudar 18 mil millones de pesos por el aumento de impuestos en la región fronteriza es ilusoria, calculándose por los estudiosos en la materia, que en el mejor de los casos el aumento será de 4 mil millones de pesos, lo que en términos del Presupuesto de la Federación, apuntó, es una cantidad ínfima que no justifica las graves afectaciones a la economía fronteriza y a sus habitantes que está causando la homologación.
“El problema que está generando el incremento en la tasa del IVA es de una magnitud que se podrá medir con la salida de divisas, la fuga de consumidores, la pérdida de actividades económicas y en sus efectos multiplicadores; también desvirtuará la distribución del ingreso y la infraestructura del abasto de bienes nacionales que en conjunto afectarán de manera significativa la competitividad. Todo ello, junto con la pérdida potencial de recaudación tributaria, atribuible a la disminución de la dinámica económica”, lamentó.
En su conclusión, el petista resumió que la visión simplista que llevó a la homologación del IVA en la frontera no toma en cuenta los aspectos económicos y sociales en consideración, y acepta implícitamente la pérdida de competitividad y la concentración del bienestar que resulta del incremento de este impuesto a nivel regional.