Por considerar que no existe control en la siembra de maíz transgénico, y porque su siembra es sólo con fines de experimentación y comerciales, lo cual pone en riesgo las semillas originales, el Partido del Trabajo (PT) presentará, el primero de septiembre, una iniciativa para prohibir su cultivo en el país.
Ricardo Cantú Garza, presidente de la Comisión Especial de la Alimentación y diputado federal por el PT, explicó: “El maíz es una planta muy promiscua, entonces el polen llega a muchos otros lugares, pudiendo polinizar a otras plantas de maíz que no sean transgénicas, corriendo el peligro de que desaparezcan algunas especies nativas de este alimento”.
Por lo cual, la producción sin control de las semillas transgénicas también pone en riesgo la salud y afecta a los agricultores, ya que estos no podrán escoger sus propias semillas como lo hacen actualmente, sino que tendrán que comprarlas, creando así una dependencia de las empresas transnacionales.
El legislador comentó, además, que existe una lucha muy fuerte de agricultores, sociedad civil y científica en contra de la siembra experimental, debido a las consecuencias que implica esta actividad.
“Al principio quise mantener una actitud abierta, pero conforme pasó el tiempo, ya me convencí de que es negativo para el país el asunto de los transgénicos para la salud de la gente”, compartió.
Finalmente, Cantú Garza reconoció que ha habido un logro con respecto al tema, en donde la unión del pueblo logró que se prohibiera la producción de semillas transgénicas en Yucatán, por lo cual pidió que esta acción se extendiera a todo el país.
“Hay un triunfo muy importante, los apicultores de Yucatán lograron un fallo del poder judicial del estado para prohibir y cancelar un permiso otorgado por la SAGARPA, lo cual es un buen antecedente”, finalizó.