Al respecto, el supervisor del Restaurante Frutas y Flores de uno de los hoteles participantes, Miguel Alonzo Jiménez, dijo que el trabajo para elaborar esa rosca gigante empieza a finales de octubre y principios de noviembre de cada año.
Puntualizó que en esas fechas se reúnen los chefs de los siete hoteles participantes para ponerse de acuerdo en las cantidades que aportarán y en esta ocasión se determinó que la rosca fuera 2.5 kilómetros como medida.
Expuso que dicho hotel participa desde 2005 en ese evento, sin embargo, esa actividad se ha realizado desde hace 19, y año con año crece el tamaño de la rosca porque también aumenta el número de personas que acude a degustarla.
De hecho, continuó, desde pocos minutos antes de las cinco de la tarde empezó a llegar la gente para compartir con sus familias un pedazo de rosca.
Dijo que lo recaudado se destinará a Hogar de Loreto, el Centro de Atención Integral al Menor en Desamparo, Centro de Comunicación y Servicios Sociales, Alas Al Vuelo y a la Fundación Elda Peniche Larrea.
"Es un evento que además de fomentar la convivencia familiar y las tradiciones, busca ayudar a quienes más lo necesitan y por ello todo lo recaudado de las ventas se destinará a asociaciones de beneficencia", añadió.
Para la elaboración de la rosca se utilizaron 15 mil huevos, 270 litros de leche, dos mil 400 kilogramos de harina, 100 kilogramos de frutos secos y 250 kilogramos de levadura, además de que se colocaron 150 muñequitos.
La gente que al cortar su pedazo sacó un muñequito, participó en rifas para obtener diversos regalos.
Cada uno de los hoteles participantes elaboró de 450 a 500 metros de rosca y desde el sábado pasado se inició esa actividad.
En la elaboración de la pieza colaboraron más de 100 personas, entre chefs, ayudantes de chef y personal de los hoteles, detalló Alonzo Jiménez y para amenizar el ambiente se instalaron dos tarimas en las que se presentaron varios espectáculos y se realizaron concursos.