El fenómeno climatológico de El Niño de este año podría ser uno de los tres más poderosos desde que se tiene registro, informó Tom DiLiberto, investigador del Centro de Predicción Climática de la Administración Nacional Océanica y
Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
La magnitud del fenómeno de este año es comparada con la del ocurrido entre 1997 y 1998, cuando se formó El Niño de mayor intensidad del que se tenga registro, y que provocó caos climático en todo el mundo.
En esa ocasión, las fuertes tormentas que azotaron a Estados Unidos causaron inundaciones y deslaves, mientras que en Indonesia se padeció una fuerte sequía que provocó incendios forestales incontrolables.
El Niño de 1997 provocó la muerte de poco más de 24 mil personas y daños por más de 34 mil millones de dólares, según el estudio Compendium of Climate Variability de la NOAA.
Ese año, las temperaturas de la superficie ecuatorial del océano Pacífico fueron más altas de lo normal. De hecho, para septiembre de 1997, la temperatura superó el récord de los anteriores 50 años, según la dependencia del gobierno de Estados
Unidos.
Antes de 1997, El Niño de mayor intensidad fue el ocurrido entre 1982 y 1983.
El fenómeno no es totalmente predecible, pero en promedio se produce una vez cada dos o siete años y provoca sequías en algunas zonas e inundaciones y tormentas de nieve en otras.
Tormentas y más frío
DiLiberto dijo a Excélsior que El Niño de este año podría causar un invierno con tormentas y más frío de lo común para el centro y norte de México y el sur de Estados Unidos.
De acuerdo con el Centro de Predicción Climática, los modelos de medición predicen que hay 90% de probabilidad de que El Niño continúe hasta el invierno y 85% de que se extienda hasta la primavera de 2016.
Y señala que los impactos en la temperatura y precipitación asociados con El Niño, deberán permanecer mínimos durante el resto del verano en el hemisferio norte, pero irá en aumento para finales del otoño e inicios del invierno.
Se considera que durante esta temporada El Niño podría ser potencialmente fuerte, pero DiLiberto detalló que aún no se logra definir si tendrá la magnitud del ocurrido en 1997.
¿Qué es el niño?
El fenómeno ocurre por el calentamiento del agua en el Pacífico, principalmente en el Ecuador.
Normalmente el agua cálida es llevada por el viento a Indonesia y Australia, pero con El Niño ocurre lo contrario, y el viento la lleva a América.
Esto calienta la atmósfera y modifica los patrones de circulación del viento en el mundo, llevando las lluvias al norte y sur de América, y las sequías a Asia y Australia.
El fenómeno fue llamado así por pescadores, quienes cerca de Navidad notaron la ausencia de peces –que buscan aguas más frías–, y lo relacionaron con el nacimiento del niño Jesús.
Sequías podrían elevar el precio de los alimentos
El fenómeno meteorológico de El Niño puede traer climas extremos y provocar lo mismo sequías en India y Pakistán que tormentas y frío en México y Estados Unidos.
Este año El Niño puede ser un fenómeno comparable con el de 1997 y quizás más fuerte.
Eso, dicen expertos, puede en casos extremos representar racionamientos de agua en Tailandia, pérdidas en pesca para naciones del Pacífico, problemas para generar energía hidroeléctrica en Nepal.
De acuerdo con las organizaciones climáticas de Australia y Japón, el fenómeno provocó en 1997 “la peor sequía en cuatro décadas en India y dañó campos de cultivos en Asia y América del Sur, provocando un alza en los precios de alimentos”.
“Si bien los efectos de El Niño son globales y extensos, golpea más duro a naciones asiáticas. La sequía se convierte en un hecho más común y lleva a inseguridad de energía, alimentos y agua”, comentó Ancha Srinivasan, especialista en cambio climático del Banco de Desarrollo Asiático para la cadena CNN.
Meteorólogos consideran que El Niño es conducente a una “hiperactiva temporada de ciclones” en el Pacífico y que desde julio desarrolló ya ocho tormentas tropicales dignas de nombre, algo que no se veía desde 1947. El litoral mexicano del Pacífico, entre Acapulco y Baja California, puede ser afectada, al igual que las costas de California.
De acuerdo con la organización GRID-Arendal, especializada en cambio climático, se esperan lluvias excesivas a lo largo de las costas del Caribe, mientras que las del Pacífico se mantendrán secas.
Además, habrá sequías en Ecuador, Perú y Bolivia en zonas montañosas y los Andes. También en Colombia, Venezuela, Guyana y el noreste de Brasil.