Cuernavaca, Mor..- El director de la Oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para México y Cuba, Thomas Wissing Pfeiffer, llamó a no entrar en pánico por una eventual deportación masiva de mexicanos y latinos ante el triunfo de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos.
Entrevistado durante la puesta en marcha aquí del Global Appreticeships Networkin (GAN) o Red Mundial de Aprendizaje, promovido por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), confió en que no habrá una repatriación masiva de personas, pero sugirió a México estar atento y tomar medidas precautorias.
Explicó que es muy pronto para especular sobre este asunto, pues las personas no van a dejar tan fácilmente esa nación, si finalmente se instrumenta una política de expulsión de migrantes o negación de visas.
"Entonces sí habrá que adelantarse en esquemas que permitan incorporar a esas personas al mercado laboral de México y anticipar una capacidad de respuesta", apuntó.
De ocurrir tal escenario, el directivo de la OIT manifestó que por ejemplo se podría dar un mayor presupuesto al Servicio Nacional de Empleo para sus servicios de colocación, capacitación y vinculación laboral específico para ese grupo.
Destacó que las personas que regresan a sus países luego de vivir y trabajar en Estados Unidos presenta ventajas en el mercado laboral, dado que se trata de gente que habla varios idiomas y que aprendió competencias en un mercado muy competitivo.
Agregó que también pueden dinamitar la economía en sus estados, por lo que no hay que ver esa posibilidad como un riesgo, sino como una oportunidad para generar programas e incentivos específicos para atenderlos.
Thomas Wissing agregó que en este momento ya hay un equilibrio entre las personas que se van y las que regresan de Estados Unidos, con alrededor de 350 mil al año que van y regresan.
"Yo no creo que haya una política inmediata sobre deportaciones masivas, pero Trump no se manda solo y sus decisiones dependerán del Congreso y de procesos democráticos para estos temas", subrayó.
Consideró que el propio sector empresarial estadunidense está valorando la aportación que los migrantes de los diferentes países le da a su economía, y ellos ven que una deportación masiva de trabajadores a sus naciones de origen no les beneficia.