La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) descubrió un centro de acopio ilegal de residuos biológicos infecciosos ubicado en Aguascalientes, donde se almacenaban de manera ilícita y sin seguridad desechos hospitalarios.
En un comunicado, señaló que se trata de 260 metros cúbicos de desechos que pesaron casi 16 toneladas contenidos en bolsas con el símbolo universal de peligrosidad.
En el marco de la ampliación a las tareas que llevó a cabo la Subprocuraduría de Inspección Industrial al lugar clausurado el pasado 26 de noviembre, la dependencia federal encontró el almacén, propiedad de un particular que tan sólo cuenta con los permisos para la transportación de esa clase de materiales peligrosos.
Sin embargo, carecía de autorización para el acopio que exige la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Entre lo residuos encontrados en el sitio ubicado en el municipio de San Francisco de los Romo destaca material punzocortante y quirúrgico, tubos de ensaye con sangre, cajas Petri con medios de cultivo con presencia de fauna nociva, jeringas y bolsas tipo sondas con diferentes fluidos, cepas, entre otros residuos biológico infecciosos como guantes.
También había cofias y telas impregnadas, material de vidrio roto, jeringas, tubos de ensayo conteniendo sangre, frascos con medicamentos o fluidos y material con sondas y quirúrgico e incluso bolsas y recipientes con fechas de 2010 a 2013, los cuales no habían sido dispuestos para su incineración el mismo día que habían sido recolectados y transportados en empresas autorizadas por la Semarnat.
Ante ello, la Profepa advirtió que el acopio de residuos peligrosos debe cumplir protocolos en materia de almacenamiento, seguridad, contención y control establecidos por la Norma Oficial Mexicana NOM-087-SEMARNAT-SSA1-2002, así como las obligaciones indicadas en la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos y su Reglamento.
Las investigaciones permitieron identificar al presunto responsable del centro de acopio clandestino, en donde se expedían olores fétidos y nauseabundos, por el cúmulo de residuos peligrosos biológico infecciosos.
Además, se constataron actividades de incineración y acopio de residuos peligrosos biológico infecciosos sin contar con las autorizaciones respectivas.
También se detectaron cajas de refrigeración tipo congelador de capacidad para 400 kilogramos, sin operar por no contar con energía eléctrica, conteniendo residuos peligrosos biológico-infecciosos.
Estos desechos tenían ahí más de mes y medio almacenados, por lo que, prácticamente estaban sin refrigeración y en completa descomposición.
En el lugar se detectaron diversos contenedores plásticos de diferentes capacidades en donde se observaron líquidos de diferentes tonalidades, entre los que se pudo observar en alguno de ellos manchas de sangre, encontrándose además dispersos y tirados sobre el piso apósitos ensangrentados.
Tras lo anterior, la Profepa ordenó al responsable de estos residuos peligrosos que los mismos fueran incinerados en una empresa autorizada.
De este lugar se retiraron unas ocho toneladas de éstos quedando aún por retirar aproximadamente la misma cantidad que también deberán ser enviados para su incineración.
Además de imponer la clausura del sitio, con el apoyo de elementos de seguridad del municipio, la Profepa vigilará que el resto de residuos peligrosos biológico infecciosos que aún están en el predio sea manejado conforme lo establece la norma oficial mexicana NOM-087-SEMARNAT-SSA1-2002 y la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos y su Reglamento.
La Profepa dará seguimiento a los procedimientos administrativos correspondientes y presentará la denuncia penal correspondiente ante la Procuraduría General de la República (PGR), además de solicitar la revocación de la autorización con que cuenta el responsable para el transporte y recolección de este tipo de residuos peligrosos y no para su acopio.