El Sistema Nacional de Sanidad, informó que la “diarrea epidémica porcina (DEP) en México no representa un problema de salud animal grave ni afecta el ritmo de producción nacional, la cual ha tenido un crecimiento del 1.6 por ciento.
Reconoció, sin embargo que esta enfermedad presenta una incidencia menor al uno por ciento (0 .00005 por ciento), en
relación con el inventario de 16 millones de cabezas de ganado porcino
Para tales efectos, el SENASICA compartió a la Organización Mundial de Salud Animal (OIE, por sus siglas en francés) un reporte respecto a la situación de la DEP a nivel nacional, y las acciones que se realizan para atenderla.
En el informe detallado que México expuso ante la OIE, se señala que se han registrado casos en 17 entidades federativas, donde se ha actuado oportunamente para evitar una mayor afectación a la planta productiva.
En la investigación epidemiológica, llevada a cabo entre agosto de 2013 y mayo de 2014, fueron analizadas dos mil 309 muestras por prueba RT-PCR en tiempo real en 19 entidades federativas del país.
Del total de las muestras sobre casos notificados previamente como sospechosos, únicamente el 30 por ciento resultaron positivas a diarrea epidémica porcina (alrededor de 770 casos frente a un universo total de 16 millones de animales) y el 70 por ciento fueron negativas a la prueba diagnóstica.
Los estados en los que se tiene detectada la presencia de esta enfermedad son: Aguascalientes, Baja California, Colima, Distrito Federal, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Estado de México, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Puebla, Querétaro, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Veracruz (así sea sólo un caso el que se detecte, la entidad entra al reporte).
Las acciones que ha realizado el SENASICA para atender esta enfermedad son:
Extremar la vigilancia epidemiológica en las zonas productoras; crear un Grupo Técnico de Sanidad Porcina, en coordinación con organizaciones de porcicultores, para detectar oportunamente brotes y dar seguimiento a las medidas de prevención y control de la DEP; distribuir una Guía Rápida para la Vigilancia Epidemiológica de este padecimiento; fortalecer el diagnóstico oficial mediante técnicas de biología molecular; intensificar la promoción entre los productores para la notificación de casos sospechosos, y recomendar a los productores incrementar las medidas de bioseguridad y controles en las granjas porcinas.
Productores y autoridades realizan labores conjuntas de vigilancia epidemiológica, a fin de detectar de manera temprana brotes y atacar oportunamente esta enfermedad para evitar que pudiera significar un problema para la producción.