El Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) unidad Saltillo desarrolla investigación de arrecifes con 'drones submarinos' que forman parte de un proyecto que implica tomar videos de arrecifes coralinos de Mahahual en Quintana Roo, con miras a
conocer las condiciones de estos ecosistemas
El Cinvestav desarrolla una investigación de arrecifes coralinos a través de un proyecto que utiliza 'drones acuáticos' que filman estos ecosistemas marinos con el objetivo de conocer qué acontece en ese ambiente, según informó El Financiero.
Se trata de un proyecto vigente del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) que utiliza sistemas robóticos acuáticos cognitivos que, a su vez, involucran la transferencia de habilidades motoras de humanos, así como de sistemas biológicos marinos, al robot para ejecutar la exploración submarina.
Estudiar los arrecifes coralinos involucra saber qué acontece en ese ambiente, dado que muchos organismos marinos ayudan a que el ecosistema en general funcione, afirmó la investigadora Luz Abril Torres Méndez.
Es lo mismo con el robot en el agua, indicó la doctora. Primero tiene que utilizar un conjunto de algoritmos basados en información visual, en tiempo real, que le indique el objeto que le llame la atención; posteriormente, detectar a dónde se va a dirigir y, finalmente, hacerlo evadiendo obstáculos y evitando colisionar con el ambiente que es delicado.
Torres Méndez y su equipo han hecho pruebas con Mexibot —un robot anfibio de aluminio con algunas partes de acero, con hardware canadiense y software mexicano— en Mahahual, Quintana Roo, lugar donde se encuentra el segundo arrecife coralino más grande del mundo.
"Mexibot tiene aletas y no es tan ruidoso porque solo usa cámaras y sensores internos para saber sus orientaciones", dijo la doctora Torres.
La grabación que hace es en tiempo real, pero se puede ver hasta que sacan el robot y obtienen los datos de las computadoras.
Mexibot puede estar hasta cuatro horas bajo el mar. “Obviamente no lo podemos dejar porque es un riesgo, hay factores que están fuera de control; es un ambiente muy delicado, con seres vivos muy pequeños. Uno dijera que no pasa nada, pero sí, hay que tener esa precaución”, enfatizó Torres Méndez.