Un grupo de especialistas en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) aplican distintos modelos de la genética a temas antropológicos, a fin de incrementar la investigación de la evolución humana.
Los investigadores trabajan en el laboratorio de “Genética Molecular” en la ENAH en varios grupos de trabajo para analizar el ADN, informó la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
La genética molecular aplicada a la antropología es un área en la que existen carencias tecnológicas, dijo el investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Víctor Acuña Alonzo, en una entrevista con la Agencia del Conacyt.
El especialista agregó que en dicho rubro hace falta la formación de una mayor cantidad de recursos humanos capaces de contribuir a la elaboración de un banco de ácido desoxirribonucleico (ADN), antiguo procedente de vestigios arqueológicos.
Acuña destacó que esta disciplina estudia la variación en el genoma mediante métodos de análisis directo del ADN, en este caso para crear genética antropológica.
“En este espacio contamos con instrumentos y equipos para protocolos de extracción de ADN, básicamente son centrífugas, incubadoras y una estación de bioseguridad que cuenta con filtros para partículas biológicas y luz ultravioleta para descontaminar el área de trabajo”, explicó el responsable técnico del laboratorio.
El antropólogo indicó que la segunda área es la de amplificación, que alberga el equipo encargado de realizar las pruebas de Reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés).
“Dicho espacio está equipado con termocicladores, los cuales cuentan con dispositivos que permiten programar diferentes ciclos de temperatura, a través de ello, se genera la reacción en cadena de la polimerasa, proceso mediante el cual se copia una región específica del genoma”, detalló.
“Para ello, contamos con equipos de PCR convencional y PCR en tiempo real; el segundo equipo permite monitorear la amplificación del ADN paso a paso y permite visualizar los resultados muy fácilmente”, agregó.
En la última área de revelado o genotipado, los especialistas observan el ADN mediante equipos de electroforesis, así como con el uso de un gel y de luz ultravioleta.
“En la actualidad, para los antropólogos es muy importante aprender estos métodos, porque pueden aplicarlos a dos temas de gran relevancia actual como son la antropología forense y la genética de ADN antiguo”, destacó Acuña.
Entre las líneas de investigación más relevantes del laboratorio se encuentran la evolución humana, procesos migratorios como el poblamiento de América y procesos demográficos desde la época Prehispánica y Colonial hasta el presente.
“Hemos estudiado la variación genética en el ADN mitocondrial de la población indígena para entender la historia de esas poblaciones, y las diferencias con otras”, comentó.
“Por ejemplo, si la diferenciación genética en la población indígena de México, tiene una correspondencia con las clasificaciones lingüísticas existentes en la literatura”, sostuvo.
En la actualidad, el laboratorio, que surgió por un convenio conjunto de inversión del INAH y el gobierno de Japón para la ENAH, está por arrancar una investigación sobre el estudio de ADN antiguo, a fin de crear un banco de muestras sobre este tipo de ADN.