El asteroide 2014JO25 -descubierto en mayo de 2014- pasó astronómicamente cerca de la Tierra a las 7:30 de esta mañana y estará en nuestra periferia los próximos cinco días. El meteoro, que no representa ningún peligro de coalición con nuestro planeta, se ubica
a 1.8 millones de kilómetros de distancia, esto es, 4.57 veces la distancia de la Tierra a la Luna.
El diámetro del asteroide se calcula entre 650 metros y 1.4 kilómetros, y es el mayor que se ha acercado a la Tierra desde hace 13 años.
“Otra de las peculiaridades de este asteroide es que no se sabe su rotación y todo esto se debe a la dificultad de observación de este objeto en particular (…) Si se sabe del evento con suficiente antelación, uno puede resolver el problema (…) Lo que me parece admirable es que ya es posible hacer eso”, señaló Rafael Costero García, investigador del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) durante la conferencia de prensa que se realizó hoy.
En su oportunidad, Guadalupe Cordero Tercero, investigadora del Instituto de Geofísica de la Máxima Casa de Estudios, explicó que diariamente caen a la Tierra objetos con material asteroidal y cometaria (el equivalente a la masa de tres trailers).
La especialista explicó que en nuestro Sistema Solar, los asteroides se encuentran ubicados en el Cinturón principal de asteroides (un disco alrededor del Sol entre las órbitas de Marte y Júpiter). Se conoce como Unidad Astronómica a la distancia promedio de la Tierra al Sol; el ancho de este cinturón es de alrededor de dos unidades astronómicas. En ocasiones, algunos de esos asteroides chocan, desprendiendo fragmentos que pueden colisionar en algún lugar del Universo.
Existe asteroides cercanos a la Tierra que se clasifican en cuatro tipos: Amor, los cuales orbitan fuera de la órbita de la Tierra; apolo y atón, cruzan la órbita de la Tierra; y atira, lo hacen dentro de la órbita de nuestro planeta.
Hasta la fecha, se han detectado mil 798 asteroides potencialmente peligrosos, de los cuales, 156 miden más de un kilómetro.
“La energía de las bombas atómicas que estallaron en Hiroshima y Nagasaki era alrededor de 115 kilotones (un kilotón equivale a la energía liberada por la explosión de mil toneladas de TNT). Un objeto de 10 metros cuando ingresa a la atmósfera de la Tierra, ingresa con una energía de cinco bombas atómicas, mientras de uno de un kilómetro ingresa con una energía equivalente a cinco millones de bombas atómicas. Esta es la razón por la que hay que estudiar los asteroides en todo momento”, expuso la experta de la UNAM, institución que forma parte de la mesa directiva del Foro Consultivo Científico y Tecnológico.
Cordero Tercero informó que se está instalando la Red Mexicana de Detección de Meteoros para la determinación de patrones de estos objetos.
En enero pasado, la Organización de las Naciones Unidas aprobó el 30 de junio como el Día del Asteroide.