La nueva generación de científicos

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Hasta hace cinco años, la creatividad y entusiasmo de los jóvenes científicos se desperdiciaba, ya que en sus primeros años de carrera se les

distraía en tareas administrativas, lamentó el doctor Enrique Cabrero Mendoza, director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Ahora con el programa Cátedras Conacyt se busca impulsar y consolidar un grupo de científicos de alto rendimiento, lo que le permitirá a México avanzar a un ritmo diferente en la generación de conocimiento.

Durante la ceremonia de bienvenida de la cuarta generación de catedráticos Conacyt, que se realizó en las instalaciones de la Academia Mexicana de Ciencias, Cabrero Mendoza recordó que muchos investigadores de su generación tuvieron un inicio científico azaroso.

Dr. Enrique Cabrero Mendoza, director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología

Ante los 219 jóvenes investigadores que se incorporan este año a Cátedras Conacyt, narró que “las instituciones académicas normalmente veían a uno joven y lo ponían a coordinar cualquier tipo de actividad, programas docentes en el mejor de los casos, lo atiborraban a uno de clases y luego no estaba de más sacar un par de fotocopias y llevar y traer mensajes”.

“Había momentos en los que uno tenía la sensación que hacía investigación casi clandestina, es decir, uno cumplía con todos los compromisos que nos encargaba la institución y en los ratos libres uno avanzaba en la investigación”, expresó.

Esto lo que generaba es que se avanzara en las investigaciones y en la generación de conocimiento de manera más lenta.

Con el objetivo de revertir esa situación, se creó en 2014 el programa Cátedras Conacyt.

“Está científicamente comprobado que las grandes ideas, las grandes aportaciones en el ámbito científico, sobre todo en las ciencias duras y en las naturales, se generan entre los 30 y los 45 años de edad, así lo muestran las biografías de los grandes científicos”.

Ante siete miembros eméritos del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), el titular del Conacyt aclaró que eso no quiere decir que las personas de edad ya más avanzada no tengan muchas aportaciones que hacer.

“Algo curioso es que nuestro sistema ha invertido las cosas, en el momento en que un joven investigador está en la condición más propicia para generar el conocimiento más trascendental, que su capacidad creativa está más a tono para generar esa producción científica, lo metemos a hacer tareas administrativas, institucionales y escolares, y ya que se le pasó ese momento entonces ya le damos su laboratorio o su cubículo”.

Con Cátedras Conacyt se busca que los investigadores se concentren solo en las labores de investigación. “Ustedes, junto con las tres generaciones que los preceden, son la primera camada de jóvenes investigadores de alto rendimiento, que van a tener todas las condiciones para concentrarse en generar conocimiento, desarrollo tecnológico, propuestas de innovación y eso realmente va a permitirle a nuestro país avanzar a un ritmo diferente en la generación de conocimiento”.

A tres años de la creación de dicho programa, ya se han tenido algunos resultados positivos, aunque destacó que el verdadero impacto tardará en verse reflejado varios años.

Mencionó que 46 por ciento de los integrantes del programa de Cátedras ha logrado publicar distintos artículos dentro de revistas especializadas en las mejores revistas científicas.

Veinte por ciento de los artículos publicados por los catedráticos ha sido citado dentro del top 10 de revistas más citadas de sus respectivas áreas. Asimismo, 58 por ciento de dichas publicaciones ya ha sido citado por otros investigadores.

En el marco de este evento también se realizó la entrega de distinciones a siete investigadores nacionales eméritos. Se reconoció al investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Enrique Modesto de la Garza Toledo.

También se distinguió a los investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM): Ana Flisser Steinbruch, de la Facultad de Medicina; Benigno Omar Guerrero Orozco, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales; Michel Edmond Hendrickx Reners, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología; Francisco José Sánchez Sesma, de la Facultad de Ingeniería, y a Jorge Daniel C. Cantó Illa, del Instituto de Investigaciones de Astrofísica.

Asimismo se distinguió al científico Eusebio Juaristi Cosío, investigador emérito del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), a quienes se les reconoció su trayectoria en los campos de la ciencia, tecnología e innovación en nuestro país. Se trata de la más alta distinción a la que un miembro del SNI pueda aspirar. 

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