Con el nacimiento de Zhong Zhong y Hua Hua, dos monos de la especie Macaca fascicularis clonados por científicos del Instituto de Neurociencias de Shangai,
China, se abren las puertas para hacer posible la clonación de humanos, sin embargo, según Horacio Merchant Larios, investigador emérito del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), reproducir el mismo experimento en humanos por ahora no es posible.
“No es lo mismo emplear 80 monos para experimentar que 80 seres humanos. Desde el punto de vista biológico, la clonación en nuestra especie es posible pero lo que limita la clonación en humanos es el problema ético”, comentó en entrevista para el Foro Consultivo Científico y Tecnológico.
El artículo publicado el 24 de enero en la revista Cell, representa un avance para la ciencia, consideró Merchant, ya que siempre ha existido un cuestionamiento entre los científicos sobre si es posible clonar a organismos más evolucionados, ya que se piensa que entre más evolucionado sea un organismo más complejo y más difícil emplear con éxito esta tecnología, pero al clonar a los dos monos se demuestra que animales más cercanos a los humanos (en términos evolutivos) mantienen la misma potencialidad y capacidad para ser clonados.
El proceso de clonación consiste en extraer el núcleo de una célula -donde se encuentra la información genética necesaria para formar a un nuevo ser-, posteriormente se inyecta ese material genético en un óvulo desprovisto previamente de un núcleo. Esta célula es estimulada y se inicia la división celular hasta formarse un embrión, el cual es transferido posteriormente en el útero de una hembra.
El éxito para hacer posible la clonación de los macacos es que obtuvieron la información genética del núcleo de un fibroblasto fetal, es decir, de una célula presente en la piel de un feto de mono.
El experimento demuestra que los avances en la ciencia se hacen de forma progresiva y conjunta ya que sin los conocimientos en la epigénetica, una ciencia muy nueva que estudia qué genes se expresan y en qué intensidad, y en especial de la reprogramación epigenética, no se habría aumentado el porcentaje de éxito, dijo el especialista en biología celular.
La reprogramación epigenética es una especie de “reseteado” que borra las marcas químicas que regulan la actividad de los genes en el ácido desoxirribonucleico (ADN) sin alterar su secuencia, con la finalidad de impedir la posible acumulación y transmisión de errores.
“Hasta hace algunos años, la clonación en monos tenía muy baja probabilidad de éxito, comúnmente los experimentos no superaban la etapa de implantación. No obstante, la técnica empleada por los científicos chinos aumentó el porcentaje de éxito del 1 por ciento al 10 por ciento —esto de forma general— ya que utilizaron los conocimientos en epigénetica para modificar a las proteínas que rodean a los genes y de este modo aseguraron el éxito del nacimiento de los monos”, explicó.
Finalmente, el investigador de la UNAM reconoció que los nuevos avances tecnológicos permiten abordar los mismos problemas con herramientas cada vez más sofisticadas.
“Desde 1938 ya existía la inquietud por clonar a anfibios, sin embargo, no fue hasta los años 2000 que se pudo realizar la micro manipulación y sin ella no se habría podido realizar la reprogramación”, concluyó.
Pie de foto: Hasta hace algunos años, la clonación en monos tenía muy baja probabilidad de éxito, comúnmente los experimentos no superaban la etapa de implantación. No obstante, la técnica empleada por los científicos chinos aumentó la tasa de embarazos y el nacimiento exitoso de macacos. En la imagen, el doctor Horacio Merchant. (Foto: Mariana Dolores).