La Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel (REPSA), perteneciente a la UNAM, resguarda 237 hectáreas de un ecosistema único: el matorral xerófilo de palo loco, habitado por al menos mil 500 formas de vida nativas adaptadas a las condiciones naturales del sur de la cuenca de México.
Antonio Lot Helgueras, secretario Ejecutivo de la REPSA, explicó que para mejorar la comunicación se requiere contar con un portal donde el público obtenga la información que desea.
“Lo más sencillo es ingresar a una página y observar que falta información, pero construirla y actualizarla es un asunto complicado”, expuso.
El universitario señaló que el riesgo de la información en Internet es que muchas veces no está bien documentada; hay errores, por ejemplo, en los nombres científicos de los organismos y eso crea una cadena de confusiones que se repite.
Lot expresó que serán fundamentales las observaciones que haga el público; “la mejor manera de tener una página amigable, con buena información, fácil de trabajar, será con base en las observaciones de los usuarios. Queremos crítica constructiva”.
Hilda Marcela Pérez Escobedo, responsable del Departamento de Comunicación Ambiental de la Secretaría Ejecutiva de la REPSA, comentó que se trata de un sitio, sobre todo visual, con un menú principal que muestra al cibernauta hacia dónde ir.
Tiene cinco accesos principales: tres con base en los objetivos de la reserva: conservación, divulgación, e investigación y docencia, a los que se suman los de biodiversidad y biblioteca digital.
Hay una sección de noticias que se actualizará de manera constante y un vínculo con las redes sociales: Facebook, Twitter, Pinterest (para compartir información visual, fotográfica) y el canal de Youtube de la Reserva. Asimismo, un contacto, preguntas frecuentes, ligas de interés y el mapa del sitio.
Pérez Escobedo destacó la inclusión del código de ética de la REPSA, para compartir con el público puntos básicos que rigen las acciones dentro del área: respetar el ecosistema nativo; conocer la historia y características del mismo; tener una visión sistémica e integral; reducir la presión sobre ese hábitat y buscar la sostenibilidad del programa o proyecto a realizar (que el sistema se pueda mantener por sí mismo, es decir, que no dependa de importar o exportar insumos, materia o energía).
Por último, integrar al Pedregal en las funciones sustantivas de la UNAM, mediante la investigación, docencia y difusión de la cultura, así como actividades administrativas y de mantenimiento, basadas en una ética ambiental, que vea en ese ecosistema una herramienta educativa (ecoalfabetización).
Contiene la biodiversidad registrada en la REPSA, de mil 821 especies, de las cuales mil 553 son nativas. “Se puede acceder a los listados biológicos que incluyen datos particulares, como las especies endémicas”. De igual modo, hay una liga hacia el proyecto naturalista de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), donde se puede acceder a las fotografías de cada organismo.
En la Biblioteca Digital, también se incluyen publicaciones de la Secretaría Ejecutiva como “La Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel: Atlas de riesgos”.
De igual manera, la página electrónica cuenta con un buscador y registros, desde 1970, de publicaciones. Actualmente, se tienen contabilizados 453 productos de esa investigación: 97 proyectos de investigación, 13 libros, 99 capítulos, 85 artículos, 147 tesis y 12 participaciones en congresos. También se puede tener acceso al listado de proyectos, desde 2004 a la fecha.