El período Cámbrico fue un tiempo en el que la mayoría de los filos de invertebrados marinos se incorporaron al registro fósil. De especial importancia es la proliferación espectacular de nuevas especies que se denomina popularmente la "explosión cámbrica de vida".
Los fósiles de ese tiempo proporcionan a la biología evolutiva una fuente de datos reveladores sobre los espectaculares cambios que experimentaron los ecosistemas y su rápida diversificación. La mayoría de los fósiles muestran la estructura ósea de los organismos, que puede o no dar a los investigadores imágenes exactas de estos organismos prehistóricos. Ahora, un análisis revela los extraños rasgos de unos embriones fosilizados, de un tipo que, hasta donde se sabe, no se corresponde con ningún otro hallazgo previo.
Antes de los períodos Ediacarano y Cámbrico, los organismos eran unicelulares y simples. El período Cámbrico, que abarca desde hace 540 millones de años, hasta hace 485 millones, marcó la entrada en escena de un componente biológico muy duradero, las conchas. Esa adaptación evolutiva proporcionó integridad estructural y protección a los organismos.
Con el paso del tiempo, las conchas y otras partes duras similares de los seres vivos no desaparecen sino que se fosilizan y pueden perdurar en ese estado el tiempo suficiente para que hoy en día sean analizadas, proporcionando a los científicos pistas sobre cómo vivían los organismos de hace millones de años.
Mucho más difícil es hallar vestigios fósiles de organismos que estuvieron formados exclusivamente por tejidos blandos.
De entre los fósiles provenientes de la Formación Shuijingtuo, en la provincia de Hubei, situada en el sur de China, el equipo de Shuhai Xiao, del Instituto Politécnico de Virginia (Virginia Tech) en la ciudad estadounidense de Blacksburg, así como James Schiffbauer y Jesse Broce, de la Universidad de Misuri en la ciudad estadounidense de Columbia, ha detectado unos 140 fósiles de forma esférica, algunos de los cuales incluyen características que recuerdan a las de los embriones en la fase de división celular, como si se tratase de una "fotografía" de un momento específico en aquel ciclo de desarrollo que quedó truncado de manera súbita hace tantos millones de años.
Estos nuevos embriones fósiles son significativamente más pequeños que otros embriones fósiles del mismo período de tiempo, lo cual sugiere que representan un organismo todavía no descrito. Los nuevos pasos en esta línea de investigación se centrarán en la identificación de los progenitores de estos embriones y su posición evolutiva.
En el análisis también han trabajado Kriti Sen Sharma, del Virginia Tech, y Ge Wang, del Instituto Politécnico Rensselaer, en Troy, Nueva York, Estados Unidos.