La percepción remota nos permite efectuar observaciones y mediciones de la superficie terrestre por medio de datos geográficos. Resulta una herramienta de gran valor para la prevención de desastres.
En ciencia y tecnología, la percepción remota permite captar datos de la superficie terrestre mediante dispositivos remotos instalados en plataformas como satélites, aviones y actualmente hasta en drones. Los sensores instalados en estas plataformas miden una gran variedad de datos como radiaciones electromagnéticas, espectro electromagnético, perturbaciones atmosféricas, firmas espectrales y captura de imágenes, por mencionar algunos.
La teledetección, que es otra forma de llamar a la percepción remota, se utiliza para el desarrollo de la agricultura urbana, para la prevención de incendios, medir cambios de cobertura, es decir, cómo cambia una determinada zona geográfica por su uso, y hacer estimaciones de la evaporación de la humedad en el ambiente.
En el Centro Regional de Enseñanza de Ciencia y Tecnología del Espacio para América Latina y el Caribe (CRECTEALC), campus México, existe un programa para realizar estudios en percepción remota y sistemas de información geográfica, con el objetivo de formar profesionales altamente calificados en el aprovechamiento de estas tecnologías.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, la maestra en ciencias computacionales Beatriz Flores Rojas habló sobre este curso dirigido a personas de toda Latinoamérica y el Caribe que cuenten con licenciatura concluida y posean conocimientos de computación, así como un bagaje básico de sistemas de información geográfica.
La docente refirió que en México, una de las aplicaciones más importantes que se da a la percepción remota está dirigida a la prevención de desastres por fenómenos naturales, como sismos, huracanes, erupciones volcánicas e incendios, además de la detección de sequías, estrés hídrico y la climatología.
“Con la percepción remota podemos hacer análisis de lo que tenemos en la superficie, además de la prevención de desastres o hacer mediciones del antes y después de un desastre, con el fin de tomar decisiones sobre ciertas aplicaciones por medio de datos geográficos”, expresó.
En este centro, fundado por iniciativa de la Oficina de Asuntos del Espacio Ultraterrestre de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y albergado por el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), en el estado de Puebla, ha formado a casi 100 alumnos quienes al finalizar los 11 meses del curso, llevan a la práctica lo aprendido.
“Los alumnos han generado ciertas herramientas para la realización de consultas espaciales o visualizar mapas. También han hecho publicación de mapas para consulta interna (…) Algunos de los proyectos que han elaborado los alumnos no solo se quedan como reportes, sino que sí se aplican en sus respectivos trabajos o en sus respectivos países”, resaltó la coordinadora.