Las analíticas del aprendizaje, junto con la minería de datos, conforman dos de las metodologías más innovadoras en el campo de la ciencia de datos para el análisis de
información sobre los usuarios de un determinado sistema. Entre los ámbitos de aplicación de mayor demanda se encuentran recientemente los sistemas de aprendizaje, en su mayoría de nivel superior y posgrado, ya que permiten la recopilación, medición, análisis, interpretación y proyección de datos inherentes a los ambientes educativos, lo que favorece su optimización y un conocimiento real del desempeño académico de sus estudiantes.
Dentro del área de las tecnologías de la información, la ciencia de datos es un campo ampliamente explorado en los últimos años. El manejo de información masiva disponible actualmente en interfaces digitales permite obtener datos únicos sobre el comportamiento, intereses y tendencias de sus usuarios. De tal forma, la ciencia de datos ha desarrollado metodologías y herramientas de valiosa utilidad para áreas de publicidad y mercadotecnia, desarrollo de nuevos productos y servicios, turismo, medicina, Internet y redes sociales, entre otras.
En el ámbito de la educación, en 1995 los investigadores de la Universidad de Carnegie Mellon, en Estados Unidos, Albert T. Corbett y John R. Anderson, publicaron un modelo logarítmico, basado en las corrientes de ciencia de datos, que cambiaría la forma en que se diseñan, implementan y evalúan los procesos educativos. Dicho modelo se basó en lo que ellos llamaron registro del conocimiento —knowledge tracing— que permitía registrar el desempeño académico de estudiantes durante un proceso de aprendizaje y predecir estadísticamente su desempeño en exámenes finales.
Para 2005, se introdujo el concepto de minería de datos educativos —educational data mining— a partir del cual se desarrollaron varias corrientes de investigación para el manejo de datos que pretendían mejorar los procesos educativos y comprender, mediante modelos cuantitativos, la ciencia del aprendizaje. De acuerdo con Ryan Joazeiro de Baker y Paul Inventado, investigadores de la Universidad de Columbia, para 2022 todos los procesos de investigación educativa estarán basados en el uso de analíticas del aprendizaje y minería de datos.