Ordenar los discos compactos por las letras del alfabeto, colores de portada o año de aparición es una tarea que para muchos, sobre todo para los que crecieron cuando el mundo dejó de ser análogo para convertirse en digital, es una labor que ya pasó a la historia.
Escuchar música ha sido, a través de los años, cada vez más fácil y los tiempos de cargar con aparatosas grabadoras en los hombros o presumir a los amigos el entonces codiciado dispositivo del “hombre que camina” que innovó en los años 80 hoy parece muy lejano.
Las eternas esperas para recibir un disco que tendría que cruzar la mitad del mundo para llegar a las manos de los melómanos hoy parecen para los más pequeños más que una broma, pero el Internet y las posibilidades en cuanto a acceso a pistas musicales se refiere ha abierto un mundo de posibilidades a los amantes de la música.
Así, hoy en día la música se puede cargar en la palma de la mano y un disco se puede escuchar poco tiempo después de haber sido lanzado de manera oficial y las plataformas musicales que ofrecen servicios de streaming, es decir, en línea, han favorecido la distribución de contenidos musicales.
La música digital ha cobrado importancia y las tiendas en línea han registrado crecimientos de ventas significativos, pero los servicios de música en línea no se quedan atrás y han ganado popularidad entre la generación acostumbrada al mundo digital.
En ese sentido, el director general de Deezer México, Eduardo Mussali, dijo a Notimex que el uso de este tipo de plataformas es más común en el mundo y en Latinoamérica, México no se queda atrás, ya que compite fuerte con el mercado brasileño, que a pesar de tener una mayor penetración de Internet y un mayor número de dispositivos móviles, es un mercado que se posiciona a la par que los consumidores mexicanos.
Al respecto señaló que los suscriptores mexicanos están más acostumbrados a este tipo de plataformas en comparación con los brasileños, lo que equilibra el número de suscriptores entre ambos países y aunque no existen todavía un número de usuarios en el país, Mussali señaló que cuentan con alrededor de dos millones de personas suscritas a su página de noticias.
Agregó que la edad promedio de los adeptos a las plataformas streaming es de los 15 a los 25 años de edad con igual porcentaje de usuarios hombres que de mujeres, y abarcan un segmento amplio de la población debido a que consideran que en el largo plazo los costos pueden beneficiar su economía.
Mussali precisó que la popularidad de los sitios radica en la amplia oferta musical con la que cuentan y plataformas como la que lidera tienen un catálogo de hasta 25 millones de canciones, por lo que las personas prefieren pagar una mensualidad y tener acceso ilimitado a la música que prefieren.
En cuanto a si este tipo de sitios frenan la piratería el directivo opinó que sí, debido a que las plataformas tienen acuerdos con las disqueras quienes a su vez pagan regalías a los artistas y en ambos esquemas estos ven las ganancias que genera su música, no así como con la piratería.
En el mundo, señaló, están ganando más personas que prefieren este esquema ya que en los 182 países en los que opera Deezer, en 2010 la facturación a nivel global fue de 20 millones de dólares, en tanto que 2011 llegó a los 70 millones de dólares.
Otra de las ventajas de este tipo de plataformas, concluyó Mussoli, es que cuentan con editores en países estratégicos, lo cual proporciona a los usuarios las tendencias musicales del momento y en el caso de Deezer, la aplicación para dispositivos móviles es predictiva por lo que guarda las preferencias de cada usuario en la nube, quienes al volverse a conectar, pueden volver a disfrutar de sus pistas musicales preferidas.
Aunque en México esta manera de escuchar música en línea todavía no es tan popular, están proliferando este tipo de sitios en Internet, al principio ofrecen un periodo de prueba en los dispositivos móviles en el que el usuario puede hacer uso de guardar música fuera de línea o crear sus playlists, pasado cierto tiempo se les pide el pago de una cantidad al mes que oscila en un promedio de 100 pesos.
Por lo general, tienen versiones para computadoras de escritorio y dispositivos móviles, en las primeras los servicios pueden ser gratuitos debido a que tienen publicidad que los sustenta, en tanto que en los dispositivos móviles el servicio para escuchar pistas musicales completas es mediante un pago mensual.
Así, al hacer un pago cada mes las suscripciones pueden acceder a discos completos, incluso poco después de ser lanzados al mercado, además de que se les ofrece la posibilidad de crear sus listas musicales y guardarlas fuera de línea para disponer de ellas cada que lo deseen y sin la necesidad de estar conectado.
En el caso de que las personas no deseen suscribirse la mayoría de estos sitios ofrecen versiones gratuitas en las computadoras de escritorio, mientras que en los dispositivos móviles solo pueden acceder a sintonizar radios, en los que introducen el nombre de sus artistas preferidos y de manera aleatoria se reproducen pistas musicales del mismo género.
De acuerdo con el Informe sobre música digital de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IPFPI, por sus siglas en inglés) los servicios por suscripción ya son una parte esencial del mercado global, ya que los abonados llegaban a los 20 millones de personas al término de 2012, es decir, un incremento de 44 por ciento en comparación con el 2011.
En 2012, los servicios streaming cruzaron por primera vez la barrera del 10 por ciento en términos de porcentaje de ingresos totales por ventas de música digital y en países como Suecia, Corea del Sur y Francia estas plataformas son las que predominan.