Con un homenaje a dos de los más grandes escritores de la literatura universal, Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616) y William Shakespeare (1564-1616), la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) abre mañana las actividades del
32 Festival del Centro Histórico, en el Palacio de Bellas Artes.
Bajo la dirección huésped del austriaco Johannes Wildner, los sinfónicos tendrán como solista invitado al violonchelista español Pablo Fernández, quien durante el ensayo atrapó las miradas de la prensa.
El programa está integrado por obras que recuerdan a entrañables personajes de la literatura inglesa y española, como “Obertura Otello”, de Gioachino Rossini; “Obertura Fantasía Romeo y Julieta”, de Piotr Illich Chaikovski, y “Don quijote, Op. 35”, de Richard Strauss, en la conmemoración de los 400 años de la muerte de dos genios de las letras universales: Shakespeare y Cervantes Saavedra.
En rueda de prensa, Wildner habló de su regreso a este país, 35 años después de venir como músico al Festival Internacional Cervantino, y ahora, dirigiendo a la que consideró una de las orquestas que mejor suena, con un alto nivel y energía.
El violinista, quien a lo largo de más de tres décadas ha sido director principal de la Ópera Estatal de Praga y primer director permanente de la Ópera de Leipzig, y director artístico de la Nueva Orquesta Filarmónica de Westfalia por 10 años, se refirió además a los escritores homenajeados como “fundadores de la cultura europea”.
“Se trata de dos personalidades que han fundado un concepto en Europa hace 400 años, dos celebridades que fundaron la Europa espiritual; mientras que lo que hemos visto en el siglo XIX han sido develaciones de este camino, totalmente falso con sus conceptos particulares y de nacionalismos”, dijo Wildner.
Ambas plumas, consideró, fueron capaces de convocar e inspirar, a compositores tan disímbolos como Chaikovski, Strauss y Rossini; un ruso, un alemán y un italiano.
Agregó que cada uno de los compositores se basó en la música de su país para crear su obra de carácter universal: Rossini tiene toda la vitalidad italiana, mientras que Chaikovski posee la melancolía de la música eslava.
El director orquestal habló también de la diversidad de la cultura mexicana y agregó que este país ha tenido un pasado difícil desde la época de la Conquista.
Por lo que hace a la participación del joven chelista español, comentó que se trata de un joven talentoso, bien formado en la música y que es un honor trabajar con él.
Por su parte, Pablo Ferrández expresó su beneplácito por participar en el concierto inaugural del festejo, y más aún, pisar el escenario del Palacio de Bellas Artes.
Premiado en la prestigiada International Tchaikosvky Competition, recordó que su acercamiento a la música, se dio desde el nacimiento, toda vez que sus padres fueron músicos; “sin embargo, fue a los tres años cuando empecé a tocar el chelo”, recordó.
Confesó que hay muchos compositores que han dejado huella en su vida, pero en especial destaca Beethoven, Schumman y Schubert.
Sobre el recital inaugural, indicó que “Don quijote” será la pieza que tocará: se trata de una obra en la que el chelo da vida al Ingenioso Hidalgo.
“Hay que buscar cómo describir de la mejor manera a este personaje desde el violonchelo, y uno se imagina ser Don Quijote, el que vive y alucina, por lo que los sonidos van cambiando de acuerdo con el estado de ánimo del personaje.