El legendario Teatro Arlequín cerró sus puertas para someterse a una remodelación necesaria para colocarse a la vanguardia en cuanto a espacios teatrales se refiere.
La demolición comenzará dentro de un mes para seguir con la construcción del que será un nuevo espacio cultural que albergará dos foros: uno, con capacidad para 800 espectadores y, otro, para 300. El primero presentará obras de gran formato y el segundo montajes de cámara.
“La dama de negro”, que hace 22 años se presentó por primera vez en ese recinto, fue la que bajo el telón de este templo teatral. “Aquí fue donde Germán Robles se cae del escenario y se fracturó la cabeza del fémur. El público pensó que era parte de la obra”, recordó el director Rafael Perrín al finalizar la representación.
Antonio Calvo, propietario del teatro Arlequín, recordó que la inauguración del recinto fue el 17 de agosto de 1953, el mismo año que el Teatro de los Insurgentes en aquel entonces, a las afueras de la Ciudad de México.
“Era el teatro de bolsillo porque presentaba cosas pequeñas, comedias. Fue una época en la que el gobierno decidió que la gente en México necesitaba cultura, teatro, y construyó cerca de 70 foros en la red del IMSS, de las más importantes en Latinoamérica que jamás se haya hecho”, dijo.
Para devolverle su esplendor al Teatro Arlequín, Calvo, su actual propietario, tendrá varios socios. Entre ellos, destaca David Alexander, director de Teletec, empresa líder en equipamiento teatral y quien colaboró con Pablo Perroni y Mariana Garza en la construcción del Teatro Milán y el Foro Lucerna.
Aunque se estima una inversión de 10 millones de dólares, de acuerdo con Antonio Calvo, las cifras podrían elevarse o disminuir, según el tipo de mecánica teatral que se planee utilizar para el nuevo complejo que podría llamarse: Teatro Arlequín, Nuevo Teatro Arlequín, Centro Teatral Arlequín o Centro Cultural Arlequín, ubicado en Villalongín número 22, en la colonia Cuauhtémoc.