Tras el inesperado fin de temporada del musical "Mary Poppins", el productor Morris Gilbert se quejó de que el público en México no dé prioridad al teatro como un medio de entretenimiento y cultura.
"Cuando la gente viene al teatro exige descuentos y me dan ganas de decirles: ‘entonces, ¿quieres que te demos media función o cómo?,
¿quieres que te bajemos la calidad? Porque sí hay dinero para ir a un bar, para una discoteca, para las drogas y el alcohol, que son absolutamente perdición para el ser humano.
"Y entonces, me vienen a decir que el teatro en México es caro, lo cual me hierve la sangre porque no es caro, es baratísimo comparado con lo que cuesta en otros países. Nosotros casi regalamos los boletos, mejor apréndanlo a aquilatar", expresó el productor.
Gilbert, director de Ocesa División Teatro, dijo que "Mary Poppins" terminó su temporada porque cumplió su ciclo, pero también como un modo de lección.
"Cerrar abruptamente también fue una manera de enviar a la gente un mensaje claro, contundente y definitivo: ‘no se esperen, las obras sin público no pueden vivir. Si ustedes no vienen durante la temporada, no pueden sobrevivir, es imposible’".
El productor de éxitos en taquilla como "Mentiras", "Toc Toc" y "Los monólogos de la vagina", consideró que la gente se ha malacostumbrado a que los montajes de Ocesa Teatro duran "eternamente".
"Que hacemos obra tras obra, tras obra, lo cual hace que no se den cuenta de lo difícil que es hacer esto, de la magia que significa hacer teatro".
Recordó que la semana pasada muchos de sus seguidores le preguntaban a través de su cuenta oficial en Twitter del porqué "tan corta" la temporada de "Mary Poppins".
"Y no sabía qué contestarles porque no saben lo que están diciendo. Mover esto y pagar es un esfuerzo enorme, no se dan cuenta. Tuvimos 300 mil espectadores a lo largo de nueve meses, pero debimos haber tenido más. Nos perjudica el hecho de que nos perciben de invulnerables, de que ahí vamos a estar para siempre", apuntó.
Recordó que por la tarde del domingo, hubo gente en la taquilla solicitando un boleto cuando ya estaban agotados.
"Pero, ¿dónde estuvieron los últimos meses, por qué tuvieron que esperarse a la última semana?, eso está mal. Nadie sabe el teatro que tiene hasta que no lo ve perdido", concluyó Gilbert.