A diario, las personas tienen la necesidad de llevar consigo objetos o alimentos a sus diferentes destinos al salir de casa y, casi siempre, lo hacen con el apoyo de las bolsas de plástico.
Desde 1957 su uso se hizo cotidiano y hoy, se sabe que además de transportar productos personales, traen
también una cadena de males por su composición, ya que están hechas de un derivado de petróleo, polietileno de baja densidad, de alta densidad o lineal, de polipropileno o polímeros de plástico no biodegradables.
Por cada bolsa que se fabrica se emiten cuatro gramos de CO2, un compuesto que se ha dicho, es muy perjudicial. Además, al ser éste producto parte de los desechos sólidos, se convierten en un sitio ideal para la generación de ratas, moscas, pulgas, hongos y bacterias, entre otros, que traen como consecuencia enfermedades gastrointestinales, respiratorias y micóticas.
Por lo que representan, algunas naciones han implementado una legislación que obliga a los minoristas a cobrar un impuesto gubernamental por el abastecimiento de las bolsas de plástico, mismo, que va a parar fondos para el medio ambiente. En el 2002, en Irlanda, el uso de la bolsa se redujo más del 90% y en el 2009 en Hong Kong se echo a andar un sistema parecido por sus benéficos resultados.
En el 2010, se busco la forma de que fuera una obligatoriedad legal la sustitución de las bolsas de plástico y los países de la Unión Europea fueron de los primeros en ponerse la camiseta para actuar. En el Distrito Federal se prohibió que en los supermercados y otros establecimientos comerciales se siguieran regalando las bolsas para cargar las compras, como una forma de ayudar al medio ambiente y mejorar la salud de los habitantes. Se estableció que las bolsas debían ser biodegradables. Además, se hizo saber que quienes desobedecieran la disposición, los gerentes o dueños de los lugares serian sancionados con arresto de 36 horas y multas que iban de 1000 a 20 mil días de salario mínimo. Sin embargo, conforme paso el tiempo se la pasaron por el arco del triunfo, las tiendas continúan ofreciendo las bolsas al por mayor en cada compra, se cargue lo que se cargue.
Pero, hay acciones que pueden cambiar esta situación, como el uso de carritos de mandado, ya que si se piensa en cambiar las de platico por la de papel, se está orillando a utilizar más materias primas para cubrir la demanda. La reutilización es la opción.
Punto ambiental: Mediante el reciclaje se puede evitar que las bolsas continúen siendo parte de la cadena alimenticia.
RECUADRO
LAS BOLSAS EN NUMEROS
En México se utilizan 20 millones de bolsas al día.
Las bolsas tardan el degradarse de 150, 400 a 1000 años dependiendo el sitio donde se deposite.
En el mundo se producen de 500 mil a 1 billón de bolsas de plástico.
Unas 960 000 bolsas son producidas cada minuto para ser usadas máximo una hora.
Más del 90% de las bolsas son desechadas y solo el 2% se recicla.
Un estudio arrojo que en 600 kilos de basura recolectada en las playas mexicanas 90% era plástico, en su mayoría, bolsas.
En 2008 el total de bolsas en Europa ascendió a 3.4 millones de toneladas
Al menos 267 especies entre tortugas, aves, focas y ballenas se han enredado o han ingerido restos de plástico.
Esta comprobado que su concentración en mares amenaza la vida de las especies, muchas de ellas alimento de los humanos.