La tradición mexicana relacionada con el comercio establecido y callejero del país es el contenido de la exposición “Tiendas, comercios y estanquillos en las colecciones de Carlos Monsiváis”, que se inaugurará mañana en el Museo del Estanquillo, en el Centro Histórico de esta ciudad.
Como si se tratara de una peregrinación a través de los diversos mercados mexicanos y negocios mercantiles, la exhibición presenta mediante cajas miniatura, realizadas por la maquetista Teresa Nava, una caminata por pulquerías, fondas, sastrerías, peluquerías, tiendas artesanales, tianguis y estanquillos de la región.
Con un total de 140 piezas, correspondientes al periodo de 1830 a 1995, la muestra se completa con estampas, fotografía, revistas, esculturas, caricaturas y otras obras de arte, que reflejan las situaciones sociales derivadas de la práctica comercial.
En un comunicado del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), el subdirector del Museo del Estanquillo y responsable de las colecciones, Evelio Álvarez, explicó que “cuando llegué al museo, conociendo la faceta de coleccionista de Monsiváis, lo primero con lo que me encontré fueron 130 maquetas hechas por la artista poblana Teresa Nava hace 10 años”.
Declaró que por primera ocasión se muestran 44 maquetas, como un amplio repertorio que refleja diferentes negocios prácticamente en extinción.
Aunque la artista ya no realizaba maquetas cuando tuvo contacto con Carlos Monsiváis, el escritor le insistió tanto a Nava que terminó por venderle 130 maquetas en un lapso de 16 años.
Beatriz Sánchez Monsiváis, representante de la familia del cronista, recordó que en 1990 tuvo la oportunidad de conocer a Nava en la ciudad de Puebla para recoger una de estas obras, que “reproducen una época que ya no existe y que contrasta con los “malls”.
Sobre las piezas de la maquetista, el propio Carlos Monsiváis comentó alguna vez: “Aquí no hay pintoresquismo alguno, sino un plan minucioso para salvar simbólicamente las costumbres que se han desvanecido, y darle un sitio a las escenas que en su momento pasaban inadvertidas”, según el Conaculta.
En las creaciones de Nava se observan representaciones miniatura de establecimientos como una panadería, una recaudería, la carnicería, el mercado, la florería y una taquería, entre varios otros.
Dichas obras provienen de la colección que Monsiváis formó a lo largo de más de 40 años, y en ellas se observan testimonios de los estanquillos, pequeñas tiendas que florecieron en el siglo XIX en México.
“Tiene que ver con un viaje en el tiempo, con las imágenes, la emotividad y la nostalgia de que cada vez están desapareciendo estos estanquillos con la llegada de grupos y consorcios transnacionales que están acabando con este tipo de comercios”, comentó Evelio Álvarez.
En el caso de las imágenes que aparecen en la exposición, la investigadora del museo, Ana Catalina Valenzuela, aseveró que las postales y litografías muestran tipos populares con un carácter especial para el país.
“La exposición es como estanquillos dentro del (Museo del) Estanquillo, con un exquisito trabajo en cada una de las maquetas conformadas por objetos pequeños”, observó Valenzuela.
Asimismo, se exhiben fotografías de Hugo Brehme (1882-1954) y Manuel Álvarez Bravo (1902-2002), entre otros; caricaturas de Eduardo del Río (Rius) y Santiago Hernández, e ilustraciones de Hesiquio Iriarte, Claudio Linati y José Clemente Orozco (1883-1949), por mencionar algunos.
Entre la muestra de libros del siglo XIX se encuentran “La historia antigua de México”, Francisco J. Clavijero (1731-1787); “El gallo pitagórico”, de Juan Bautista Morales (1788-1856); y “México y los mexicanos”, Carlos Santorlus.
Además, en una pantalla se proyectan películas del cine de oro mexicano y música relacionada con los mercados y la pulquería.
Carlos Monsiváis nació el 4 de mayo de 1938 en la ciudad de México y cursó sus estudios en la Escuela Nacional de Economía y en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional.
Dirigió suplementos culturales en los más importantes diarios y revistas de México y durante mucho tiempo fue asiduo colaborador de múltiples publicaciones periódicas.
Algunas de sus crónicas periodísticas que se recopilaron en numerosos volúmenes son: “Principios y potestades” (1969), “Días de guardar” (1971) y “Amor perdido” (1976), por mencionar algunas.
El ensayista, cronista y narrador mexicano falleció a los 72 años, el 19 de junio de 2010 en su ciudad natal.