Colombia y México, las dos patrias de García Márquez

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México hospedará hoy lunes un gran homenaje a su genio adoptivo Gabriel García Márquez que tendrá continuación un día después en su natal Colombia, en el inicio del triste adiós al escritor latinoamericano más carismático del siglo XX.

Con la familia viviendo su luto en privado, las autoridades mexicanas alistan la primera de las ceremonias en el céntrico Palacio

de Bellas Artes, donde México despide a sus grandes iconos culturales, como lo hizo con el escritor Carlos Fuentes y el cómico Mario Moreno "Cantinflas", entre otros.

El palacio abrirá sus puertas a partir para que la legión de admiradores de García Márquez pueda darle el último adiós.

La directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, María Cristina García, precisó que el evento durará en principio unas tres horas pero que los familiares de García Márquez están dispuestos a que se extienda "hasta que la última persona" pueda expresarle su respeto.

"Sabemos que hay una gran expectativa (...) Habrá cuarteto de cuerdas, flores amarillas y mucho amor", describió la funcionaria, que ha gestionado los detalles con la viuda, Mercedes Barcha.

Las cenizas del escritor serán expuestas en la explanada del vestíbulo de Bellas Artes, flanqueadas por las banderas de Colombia y México.

Los presidentes de ambos países, el colombiano Juan Manuel Santos y el mexicano Enrique Peña Nieto, formarán una guardia de honor y ofrecerán unas palabras. Por el momento no se ha informado de otros mandatarios o personalidades extranjeras que viajen a México para el homenaje.

SU LLEGADA

García Márquez llegó a Ciudad de México el 2 de julio de 1961 junto a su esposa y su hijo mayor Rodrigo en "un atardecer malva, con los últimos veinte dólares y sin nada en el porvenir", según él mismo describió.

Con el tiempo el colombiano hizo de la megalópolis un nuevo hogar gracias también a emblemáticas amistades como la de su compatriota Alvaro Mutis o los escritores mexicanos Carlos Fuentes y Juan Rulfo.

En México encontró la estabilidad para escribir la mayor parte de su obra literaria, incluida su novela mayor "Cien años de soledad" (1967), pese a los iniciales y graves apuros económicos. En 1981, tras temporadas en Barcelona, La Habana y Bogotá, fijó su residencia definitiva en Ciudad de México después de que se le acusara en su país de vínculos con el grupo guerrillero M-19.

En México García Márquez recibió la noticia de su premio Nobel de Literatura en 1982 y finalmente falleció el pasado jueves a los 87 años en su casa junto a su familia, tras haber estado hospitalizado por neumonía.

 

 

GABO MORIRÁ CUANDO NADIE SEPA LEER

En su país natal, las autoridades también se esmeran en organizar un homenaje a la altura del "más grande colombiano de todos los tiempos", como le reconoció el presidente Santos.

A su regreso de México, Santos encabezará el martes una ceremonia solemne en la Catedral Primada de Bogotá, donde se despide a las grandes figuras nacionales, en la que la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia interpretará el 'Réquiem' de Mozart.

La ceremonia será transmitida a todo el país y también se habilitarán pantallas gigantes en la céntrica plaza Bolívar para las personas que no tengan espacio en la Catedral, explicó este domingo la ministra de Cultura, Mariana Garcés, a la emisora Blu Radio.

Para el miércoles 23 de abril, día internacional del libro, el gobierno colombiano programó la lectura masiva de una novela de García Márquez en más de mil bibliotecas públicas, parques y colegios, cuyo primer lector también será Santos.

"Se eligió 'El coronel no tiene quien le escriba' porque es un libro que está muy dirigido al público joven y que es una de sus novelas más emblemáticas. Queríamos tener una mirada distinta a 'Cien años de soledad", argumentó Garcés.

Colombia sigue a la expectativa de la decisión de la viuda de García Márquez y de sus hijos Rodrigo y Gonzalo sobre el destino final de sus cenizas, que podrían dividirse entre México y algún lugar de su país como su natal Aracataca (Caribe).

A la casa del escritor en Ciudad de México, que la mañana del domingo no recibió visitas, no cesan de acercarse admiradores mexicanos y colombianos.

Genis Jiménez, una estudiante de psicología de Medellín, entregó en la vivienda un ramo de flores amarillas, el amuleto de García Márquez.

"Es un acontecimiento muy triste para todos los colombianos y latinoamericanos, pero también nos recuerda lo grande que fue García Márquez", dijo la joven portando el tradicional sombrero vueltiao de la costa caribe colombiana.

"García Márquez seguirá vivo mucho tiempo, y morirá del todo solamente cuando no haya nadie sobre la tierra que sepa leer", sentenció este domingo su compatriota Héctor Abad Faciolince en las páginas del diario bogotano El Espectador.

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