El político mexicano Sebastián Lerdo de Tejada, quien renunció a la carrera eclesiástica para dedicarse por completo a la abogacía, es recordado en su 125 aniversario luctuoso, que se cumple este lunes.
Originario de Xalapa, Veracruz, el también presidente de México nació el 24 de abril de 1823, en un hogar liderado por Juan Antonio Lerdo de Tejada y Concepción Corral.
De acuerdo con su biografía publicada en el portal de Internet “bicentenario.gob.mx”, en su ciudad natal estudió gramática con el sacerdote Francisco Ortiz de Loza y posteriormente obtuvo en Puebla, una beca en el Seminario Palafoxiano.
En 1841, tras renunciar a las órdenes menores, se trasladó a la capital del país, para ingresar al Colegio de San Ildefonso y estudiar jurisprudencia, carrera de la que se graduó en 1851.
Un año después y hasta 1863 fue rector del colegio antes citado, en 1855 fue nombrado fiscal de la Suprema por el general Antonio López de Santa Anna (1794-1876) y logró unirse al Partido Liberal Mexicano.
Su vida política comenzó junto a Benito Juárez (1806-1872) al ser su consejero, puesto desde el que lo apoyó para seguir como gobernando desde otros estados del norte del país durante la segunda intervención francesa en México, detalla la página de Internet “presidentes.mx”.
Asimismo, fue ministro de Relaciones Exteriores, periodo cuando Ignacio Comonfort (1812-1863) tenía el poder.
En 1871 contendió por la presidencia de la nación, junto con Porfirio Díaz (1830-1915), quienes estaban en contra de la reelección de Benito Juárez. Sin embargo, la popularidad del Benemérito de las Américas eliminó las posibilidades de sus adversarios, y así logró nuevamente la presidencia.
Lerdo de Tejada se incorporó al gobierno como presidente de la Suprema Corte, pero en 1872, tras la muerte de Juárez, asumió la presidencial (1872-1876).
El presidente veracruzano continuó el proceso de cambio con el inicio de las leyes de Reforma de Juárez, y que más adelante las elevó a la categoría de constitucionales.
Su gestión económica no fue demasiado afortunada y atrajo la oposición de los católicos en el episodio conocido como la revuelta cristera, apunta la página web “biografíasyvidas.com”.
Su fraudulenta reelección en 1876 terminó en un golpe de Estado, contra el que se levantó en armas Porfirio Díaz, quien lo derrotó con el Plan de Tuxtepec.
Sin poder hacer frente a la rebelión, abandonó la presidencia y el país, en enero de 1877; en su lugar quedó José María Iglesias (1823-1891), pero sólo fue reconocido por algunos estados.
Sebastián Lerdo de Tejada murió la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, el 21 de abril de 1889. Sus restos fueron trasladados a México por el general Mariano Escobedo (1826-1902) y sepultados en la Ronda de los Hombres Ilustres, en el Panteón de Dolores.