Un viaje al Barroco Novohispano, a través de una sesión vocal y acústica que creó una atmósfera emotiva, fue lo que ofreció Capella Barroca de México, bajo la dirección de Horacio Franco, ayer en la Capilla Gótica del Centro Cultural Helénico.
El programa, inmejorable. El flautista mexicano por antonomasia revivió a Salamone Rossi (Mantua, Italia, 1570-1630), con una preciosa selección de sus dos libros de “Los madrigales”, a fin de dar calidez a la tarde noche de ayer, lluviosa, borrascosa y con escarcha.
Con más de 20 años de trayectoria, Capella Barroca de México es la primera orquesta barroca mexicana con instrumentos originales. Si a lo anterior se suma el espléndido escenario que fue la Capilla Gótica, espacio que se abre contadas veces al año, y la dirección de Franco, aquello fue algo excepcional.
Ocho cantantes dirigidos por Horacio Franco interpretaron “Ebreo”, parte de la obra más destacada de don Salamone Rossi, el primer italiano judío en la historia de la música occidental que consiguió ejercer la composición y quien desde sus inicios se destacó como un virtuoso violinista, allá en el siglo XVI.
El programa que escucharon los convidados se compuso de los dos libros de “Los madrigales” en idioma italiano, obra que se encuentra entre los trabajos más expresivos de Rossi.
Para los conocedores del tema, la gran aportación de Rossi fue incluir, por primera vez en estas obras, el uso del bajo continuo.
“Los madrigales”, de Salamone Rossi, marcaron un cambio en su obra, ya que no siguen la línea de la música litúrgica judía sino que se apega a la tradición barroca y este sábado, fueron interpretados por primera vez en la Ciudad de México, bajo la batuta de Franco, uno de los músicos más destacados hoy en día.
El concierto formó parte de la Temporada 2014 de la cada día más y mejor reconocida Capella Barroca de México, en ese recinto que contadas veces al año abre sus puertas al público, depositario de una majestuosa arquitectura medieval que este sábado dio la bienvenida a melómanos y amantes de lo Barroco.
Al final, el público coincidió: Fue un espléndido y emotivo programa donde se escuchó por primera vez en México la integral de “Los madrigales” a cinco voces, aunque el elenco estuvo integrado por dos sopranos, dos contraltos, dos tenores, dos bajos y un ejecutante de bajo continuo o tiorba, como también se le llama.