México y Cuba viven un buen momento; ambas naciones disfrutan un rico intercambio cultural favorecido por la carga histórica que los une y las actuales condiciones políticas, aseguró el consejero cultural de la embajada cubana, Fidel Antonio Orta.
“Con México hay una fusión que no se puede romper con nada, no lo rompe lo político, ni condiciones determinadas de gobierno o de una época, es un tema de pueblo, tiene que ver con la historia”, sostuvo el diplomático caribeño en el marco del Ciclo de cine cubano que se ofrece en la Cineteca Nacional y en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Otra de las figuras que han sido abrigados por el pueblo mexicano es José Martí, precursor del modernismo en la literatura española, “de ese tipo hay muchos ejemplos que trascienden la frontera del tiempo y de los propios dos países, es un fenómeno que Cuba no se da con otro país”.
Además, la influencia que los artistas, escritores, músicos y poetas mexicanos han tenido en los cubanos, aseguró el consejero, es innegable, “por decir la plástica de los grandes muralistas Diego Rivera, Orozco, Siqueiros en artistas cubanos está más que demostrado, la vanguardia cubana está influenciada por todos ellos”.
En las letras de autores como Juan Rulfo, Alfonso Reyes, Carlos Pellicer, José Vasconcelos, Carlos Fuentes, Octavio Paz y José Emilio Pacheco han dejado una marca en los escritores de la isla.
“Son escritores que a partir de su poesía o de su quehacer en la vida, trascienden las fronteras del tiempo y se convierten en personas que le aportan al pensamiento intelectual latinoamericano.
“Yo creo que México es un manantial inagotable de eso y Cuba igual; son muchos puntos que unen a dos pueblos y los convierten casi en uno solo”, consideró.
Musicalmente, abundó, Fidel Antonio Orta, la influencia es notoria y profunda, “el bolero nació en Cuba, sin lugar a duda, ahora no hay duda de que en México se baila más bolero que en Cuba”, caso similar a lo que pasa con el danzón.
No obstante, para el escritor es necesario seguir fortaleciendo esa rica relación, a través de la mayor cantidad de acciones posibles, por ejemplo, “estamos haciendo un proyecto musical, que terminará con un disco acá en México, entre la trova yucateca y la tradicional de Santiago de Cuba”.
Este proyecto, abundó, pretende abarcar diversos géneros, desde los sones jarocho y tradicional; pasando por la música popular hasta llegar al hip hop.
Respecto a sus actividades como literato, comentó que aunque su cargo las ha afectado un poco, “no importa porque me siento como un promotor cultural que en este momento le toca jugar un papel de importancia dentro de las relaciones México y Cuba, con un país que es un puente transmisor de cultura”.