Invita espectáculo a “desarroparse de inconformidades”

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Danza, literatura y música en vivo se conjuntan en la trilogía “Ejercicio existencial del cuerpo que habla”, de la Compañía Experimental Machina, cuya tercera parte se presentará los días 22, 23 y 24 de agosto en el Foro La Cantera, en esta ciudad.

El proyecto interdisciplinario invita al espectador a desarroparse de las inconformidades de eventos malogrados para transformarse, desde el comunicar e interactuar, con el otro, haciéndose partícipes y responsables de todo aquello que les incumbe, informaron los organizadores en un comunicado.

“Propongo sobre todo la comunicación para con el otro. El hablar y el escuchar. Pero también escucharse a sí mismo. Creo que en el comunicar hay más posibilidades de activar cambios, para bien o para mal, la situación es no quedarse en el mismo conflicto, moverse para generar otras cosas”, señaló Nayeli Santos, directora de la compañía.

En esta parte de la trilogía se cierra un ciclo que deviene de la figura del círculo como el símbolo general de la obra, explicó; inhalar, exhalar, adentro, afuera, llenarse, vaciarse y volverse a llenar son los conceptos con los que trabajó en la última parte.

“Es el adiós a aquellas pérdidas que se han estado manifestando a lo largo de toda la obra. El adiós es vaciarse para después volverse a sorprender”, agregó la creadora quien fue becaria del Programa de Estímulos a la Creación y al Desarrollo Artístico, en 2010 y 2013.

Santos recordó que la primera parte del proyecto es un ritual festivo, donde transita el sentimiento de rebeldía eufórica en la adolescencia, un sentimiento de fuga y esa fuga es también un espacio para la diversión.

Mientras que la segunda parte de la trilogía es un punto intermedio entre la adolescencia y el presente, donde uno se repite incesantemente, confundiéndose hasta el punto en que uno deja de preguntarse qué originó qué cosa, mencionó.

La propuesta escénica tiene un toque de humor negro que está presente en las diversas obras de la agrupación. Además, se incluye un sentido de nostalgia y un ambiente donde el concepto de alternativo está presente, indicó la directora.

“Me interesa experimentar con este concepto que en esta obra necesité para poder sacar un sentimiento genuino, como la rebeldía, un vórtice, el enojo, el cambio. Es un concepto en el que me apoyo continuamente pero en esta obra fue primordial”, explicó.

En cuanto al montaje, comentó que no requiere elementos escénicos, pero se hace énfasis en la interacción entre el iluminador y los músicos en una secuencia de ejercicios.

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