A 100 años de su nacimiento, cualquiera podría apostar que Cortázar “no sólo caminó con Julio Verne; Cortázar viajó al país de las maravillas y regresó sonriendo como gato o como oso, con un sombrero de la mano de un cronopio”, coincidieron en la conferencia “Vientos Cortazarianos. 100 años con Julio”.
En el marco de la Feria Universitaria del Libro (FUL), que continúa hasta el próximo domingo en el estado de Hidalgo, y a propósito del centenario del natalicio del escritor argentino Julio Cortázar (1914-1984), los escritores mexicanos Julio Romano, Adolfo Córdova, Agustín Fest y Martín Rangel hablaron sobre las diversas formas de abordar la obra del escritor argentino.
Los autores destacaron la relación que existe entre la obra de Cortázar, el fenómeno de las redes sociales y la era digital, así como la literatura infantil y juvenil.
De acuerdo con un comunicado que da cuenta de dicha conferencia, Martín Rangel, Premio Estatal de Poesía “Efrén Rebolledo” (2014), abordó la fiebre que el literato ha desatado en las redes sociales, ya que, según el escritor, al igual que Rubén Darío (1867-1916) es un caso paradójico que atrae públicos masivos.
“Propongo un ejercicio simple”, dijo, “¿Cuántas chicas de nuestras FanPages se han cambiado el nombre a La Maga, cuántas más son Cronopio o @cronopio. Si Cortázar tuviera Twitter una foto de Charlie Parker sería su encabezado”.
Sin embargo, advirtió que las miles de seguidoras juveniles buscan al autor de “Historias de Cronopios y famas” (1962) más por su biografía que por su obra.
Además, se manifiestan hacia la parte sentimental de su literatura, situación injusta y limitada ante la multiplicidad de ópticas y aciertos que conlleva el autor, expresó.
“Cortázar es un Rock Star, un solitario que se deja la barba y pronuncia la R afrancesadamente. El sueño de toda groupie de la literatura”, comentó el joven poeta.
Julio Romano agregó que las hordas de seguidores en Internet y su explosión de popularidad se deben a una antología de frases cursis, en las que se pierden los múltiples matices de su obra como un escritor experimental, tanto en la estructura de sus libros como en el lenguaje que utiliza.
Por ello, subrayó la importancia de explorar la vasta obra de cuentos y ensayos del argentino, textos en los cuales explora las oscuras intenciones de sus personajes, navega en sus diálogos internos mientras construye su cotidianidad.