Ángel de la Guardia, dulce compañía…
Todo mundo tiene un ángel que lo cuida. Sólo que hay quienes tienen un arcángel y otros un despistado querubín, o lo que es lo mismo: unos nacen con estrella y otros estrellados.
Ángel de la guarda misógino y silente…ángel de la muerte, viudo y tenebroso, me han dicho que de Él dicen.
En la educación básica los hermanos que tenían a su cargo mi enseñanza teológica ponían sobre el tapete con cierta regularidad la pregunta: ¿Los ángeles tienen ombligo? Si lo tienen, vienen de una madre y si no, Dios ha sido –una vez más- imperfecto en sus acciones.
Debía uno aprenderse los nueve coros angélicos, agrupados en tres grupos: serafines, querubines y tronos (primer grupo), dominaciones, virtudes y potestades (segundo grupo) y principados, arcángeles y ángeles (tercer grupo).
Esos seres incorpóreos se repiten una y otra vez en la cultura judeo-cristiana-islámica. En el primero de los casos, el ángel Gabriel con Abraham, luego Gabriel con la Virgen María y finalmente, otra vez Gabriel, pero ahora con Mahoma.
Todos estos seres alados papalotean por el cosmos hasta que se les da la misión de aterrizar en donde deban para cuidar de un mortal que cumpla con su sino fatal, esto es, morir. No se ha sabido cuál es el criterio que el Gran Hacedor toma para repartirlos. A algunos nos va de maravilla y a otros nada bien.
Mario Benedetti, al abordar el tema del sexo de los ángeles expresa que en el preciso instante del orgasmo ultra terreno, los cirros y los cúmulos, los estratos y los nimbos, se estremecen, tremolan, estallan, y el amor de los ángeles llueve copiosamente sobre el mundo.
Ángeles, Angelinas, Angélicas. Bueno, hasta El Pueblo de Nuestra Señora la Reina de los Ángeles del Río Porciúncula, mejor conocida como Los Ángeles, en California, da testimonio de esos seres etéreos. Reabsorbida por la sombra del tiempo L.A es la ciudad a donde todo mundo huye de lo que era antes. Ahí, todos se convierten en alguien totalmente diferente.
Y ahora el comercial: dentro del misticismo judío (de laCábala) Raziel es el “guardador de secretos”, “El secreto de Dios” y el “Arcángel de los misterios”. En hebreo el nombre Raziel significa “secreto de Él”. Según los rabinos es el jefe de los Ofaním. Él puede ver la verdad o cualquier cosa mirando a los ojos de los demás.
Pero no todas esas creaturas de Dios eran buena onda. Lucifer pretendió ser como el Gran Jefe y organizó una rebelión que le costó caer al abismo helado junto con unos 200 seguidores. Desde la caverna a donde fue enviado sigue proyectando la revancha apoderándose del alma humana. Él le dará el poder al que invoque los siete nombres con los que se le conoce (algunos políticos lo han de haber hecho ya)
El único monumento que se le ha dedicado a Luzbel es el conocido como El Ángel Caído, bellísima escultura realizada en 1876 por Ricardo Bellver y que forma parte de la Fuente del Ángel Caído, en los Jardines del Buen Retiro de Madrid, España.
…No me desampares, ni de noche, ni de día.