Durante el transcurso de mi carrera, diversas han sido mis manifestaciones inconformes, atrás, en las décadas de los años sesenta y setenta, mi fotografía denunció la desigualdad social que abruma a México. La pobreza fue la protagonista en mis imágenes. Más tarde, abatido por la trágica situación en que viven los marginados, me refugié
en el laboratorio fotográfico para construir ensoñaciones utópicas que jamás veré en este país donde la discordia, la codicia y la traición aniquilaron el desarrollo económico y cultural del siglo XX, y el siglo XXI anuncia decadencia.
Mis documentales “Los Últimos Zapatistas”, “Héroes Olvidados”, y “Pancho Villa, la Revolución no ha terminado”, han sido otros intentos por sembrar respetuosa cordura hacia la violentada Patria.
En la actualidad, a mis llagas temperamentales causadas por la irresoluble crisis nacional, las he aliviado con el bálsamo de la belleza, la cual es el eje alrededor del cual gira mi cortometraje “Kirma la pescadora”, interpretada por Irma García Xochiquetzalli; a ambos nos agobia la manera en que muchos paisanos han ultrajado a la ecología con innumerables desperdicios arrojados al mar, ríos, y lagunas. Además, existen personas egoístas quienes lo mismo escupen en la calle, abandonan los excrementos de sus perros mascota sobre la banqueta, avientan lo que les estorba por las ventanillas de sus autos, o conducen vehículos contaminantes públicos y privados. Por otra parte, las industrias y compañías mineras expulsan sus desechos tóxicos sin remordimiento alguno.
México es un país herido por la tala clandestina, la infame deforestación ha causado el desequilibrio pluvial, sin árboles no hay evaporación cíclica, las hermosas nubes que adornaban las alturas han huido ofendidas por la estrechez en la sensibilidad humana que prefiere ser raptada por la televisión comercial, o la ociosa cibernética, mucha gente menosprecia la opción de abrir un libro, pensar, o mirar y valorar el horizonte natural donde los ojos son capaces de encontrar ideas e irrepetibles paisajes espontáneos.
Irma García Xochiquetzalli y Manuel Peñafiel, por medio de nuestro cortometraje “Kirma la pescadora”, expresamos nuestra indignación por la contaminación ocasionada por aquellos que arribaron a los litorales igual que voraces parásitos en busca de petróleo, causando desastres ecológicos durante las perforaciones de los pozos y los naufragios de buques tanque. Los países industrializados, con sus emisiones de gases hidrofluorocarbonos, han sido los causantes del calentamiento global que ha desquiciado al clima del mundo entero, cuyas catástrofes meteorológicas han ahogado a pueblos indefensos, y el descongelamiento de los glaciares elevará el nivel del mar sumergiendo playas y ciudades en un futuro no lejano.
El propósito de Manuel Peñafiel y de Irma García Xochiquetzalli es motivar al público a respetar la ecología y la fauna del planeta, ambos realizadores pugnan por detener la cacería irracional, y los espectáculos sangrientos como las Corridas de Toros.
“Kirma la pescadora”, es un cortometraje producido y musicalizado por Irma García Xochiquetzalli, cuya dirección, fotografía, edición y guión estuvieron a cargo de Manuel Peñafiel. Esta cinta será estrenada el 3 de octubre de 2014, a las 19:00 horas, en la Sala Manuel M. Ponce del Centro Cultural Jardín Borda en Cuernavaca, Morelos, la entrada es libre.
La secuencia visual lograda por el director Manuel Peñafiel muestra los tesoros que la naturaleza brinda a los seres humanos, mientras Kirma la pescadora le canta al océano agradeciéndole sus bondades, expresando su amor al planeta Tierra, censurando al mismo tiempo, que arrecifes y manglares hayan sido destruidos para construir lujosos hoteles, Kirma clama indignación por los desastres radioactivos que han envenenado al mar irreversiblemente.
Kirma la pescadora es una mujer oceánica que representa a la esperanza. Tal y como lo hacían nuestros ancestros mexicanos, ella agradece cotidianamente a la naturaleza y a la fauna por los dones obsequiados. Hagamos lo mismo cada día de nuestras vidas, y que la profanación a la ética y al medio ambiente termine de una vez por todas.