“Todo comenzó con un dolor en articulaciones que se fue haciendo cada vez más intenso, hasta que acudí a un masaje de ventosas que, de momento me alivió pero al día siguiente me causó más dolor que se tornó insoportable…”, es el testimonio de una mujer de 58 años, en buen estado físico, amante de la caminata que, luego de un viaje por carretera
regresó con ese dolor que nunca antes a había sentido.
La Dra. Aurora Pérez Ruíz, Traumatóloga adscrita al Hospital de Neurología del Sector Salud, explica: “La palabra Fibromialgia (FM) significa dolor en los músculos y en el tejido fibroso (ligamentos y tendones); esto es sensación dolorosa a la presión en ciertos puntos específicos; este dolor se parece al originado en las articulaciones, pero no es una enfermedad articular.
La fibromialgia es más frecuente de lo que se cree, aproximadamente entre 2 y 6 por ciento de la población la padece, siendo las mujeres las más afectadas.
Por sus características, es común que confunda al paciente y aun al médico tratante, ya que casi todos sus síntomas son comunes a otras alteraciones y además no tiene una causa conocida. Es corriente que antes de que se llegue al diagnóstico definitivo se haya acudido a diferentes médicos de diversas especialidades (digestivo, cardiólogo, psiquiatra)”, señala la Dra. Pérez Ruíz.
Síntomas
El dolor es uno de los síntomas más molestos de la fibromialgia. Es difuso y afecta gran parte del cuerpo. En ocasiones comienza de forma generalizada y en otras en determinadas partes como el cuello, hombros o la columna lumbar, por ejemplo; y quienes la padecen sienten una especie de quemazón, molestia o desazón; a veces también pueden presentarse espasmos musculares, con frecuencia varía en relación con la hora del día, la carga de actividad física, cambios climáticos y la falta de sueño o estrés.
Asimismo, la fibromialgia puede ocasionar rigidez generalizada, sobre todo al levantarse por las mañanas y, sensación de inflamación mal delimitada en manos y pies. También pueden notarse hormigueos poco definidos que afectan de forma difusa.
Hasta el 90 por ciento de las personas con fibromialgia tienen cansancio que se mantiene casi todo el día y mala tolerancia al esfuerzo, se muestran como si se les hubiera agotado la energía, lo que condiciona que cualquier ejercicio produzca dolor y se evite.
Otro alto porcentaje de pacientes por fibromialgia (70 al 80 por ciento) sufren trastornos del sueño, mala calidad en el descanso, se levantan más candados de cuando se acostaron, empeorando el dolor los días que duerme mal. La ansiedad y depresión (25 por ciento), dolores de cabeza o en la menstruación, colon irritable, sequedad en la boca y los ojos, trastornos de circulación de las manos y pies son otros síntomas. El impacto que la fibromialgia ocasiona en la calidad de vida de quien la padece es muy variable de unas personas a otras.
Pronóstico
De acuerdo a la traumatóloga, es probable que las personas que padecen fibromialgia continúen con mayor susceptibilidad al dolor a lo largo de su vida, sin embargo la intensidad de su sintomatología varía en el transcurso del tiempo e incluso en el 30 a 40 por ciento de los casos disminuye, a veces llegando a ser casi imperceptible. “Lo importante es evitar los esfuerzos físicos, cambios climáticos o estados de ansiedad que pueden suponer una reagudización sintomática”, concluye la Dra. Aurora Pérez Ruíz.
Para la atención efectiva de la fibromialgia, el paciente debe seguir las indicaciones precisas de diferentes especialistas, como la traumatóloga, nutriólogo y psicólogo o -en algunos casos más extremos- psiquiatra.
Alimentación
Este rubro es de vital importancia, ya que puede aumentar los niveles de sustancias que causan mayor dolor o mejorar algunos síntomas mediante alimentos específicos.
(Tabla) Lo que SÍ se vale:
Pescado (especialmente atún y salmón)
Carnes magras
Huevo
Verduras (espinacas, pimiento morrón, jitomate)
Frutas (uvas, granada, sandía)
Cereales (avena y maíz)
Leguminosas (haba, lenteja y frijoles)
Semillas (mostaza, pepitas de calabaza y girasol), nueces, almendras, cacahuates)
Aceites vegetales (aceite de oliva)
Grasas vegetales (aguacate)
(Tabla) Lo que NO se vale:
Estimulantes
Carnes rojas
Café y te
Chocolate
Ginseng
Refrescos, sobre todo de cola
Glutamato monosódico (checa las etiquetas de los envases)
Salas y purés
Frituras
Sopas, caldos, consomé en polvo
Comida congelada
Aspartáme (endulzante artificial)
Bebidas light (refrescos, tés, jugos)
Chicles sin azúcar
(Continuará)