La deficiencia de testosterona en los hombres incrementa el riesgo de un infarto y un evento vascular cerebral, dada la relación que la disminución de esta hormona tiene con las manifestaciones del Síndrome Metabólico (SM), como aumento de perímetro de la parte media
y superior del cuerpo (obesidad central) y la resistencia a la insulina o diabetes, advirtió el doctorFaridSaad, profesor honorario del Departamento de Endocrinología e Investigación Clínica de la Universidad del Golfo de Ajmán, Emiratos Árabes Unidos.
La disminución natural de testosterona (condición conocida como hipogonadismo) que enfrentan los hombres a partir de los 30 años de edad, incrementa el riesgo de eventos cardiovasculares, pues al tener una estrecha relación con el Síndrome Metabólico (SM) se dispara el riesgo de sufrir a largo plazo cardiopatía, diabetes tipo 2, accidente cerebrovascular, enfermedad renal y mala circulación a las piernas[i],[ii]”, destacó el experto durante su visita a la ciudad de México.
Esto se debe –afirmó– a que el hipogonadismo tiene una estrecha relación con el Síndrome Metabólico, el cual implica la suma de al menos tres trastornos de salud, que ponen en riesgo la vida: obesidad o sobrepeso (circunferencia abdominal de 94 centímetros o más), triglicéridos elevados (igual o mayor de 150 mg/dL), bajo colesterol HDL (nivel de lipoproteínas de alta densidad menor a 40 mg/dL), hipertensión (presión arterial de 130/85 mmHg o mayor) y prediabetes o diabetes (glucemia en ayuno de 100 mg/dL o mayor).
“La obesidad es el principal factor común en el mantenimiento y amplificación de estas dos enfermedades, ya que a mayor porcentaje de grasa, hay un aumento en la severidad de los otros componentes del síndrome metabólico y también conlleva a un inadecuado funcionamiento de las células de Leydig, encargadas de producir testosterona”, explicó.
Dicha situación se agrava debido a que la testosterona es una hormona que favorece la utilización de energía en el organismo, mediante el incremento y mantenimiento de la musculatura principalmente; por lo tanto, cuando disminuye su concentración, la energía extra tiende a almacenarse en las células adiposas, conduciendo a un círculo vicioso de aumento de la masa grasa, con una afectación cada vez mayor en la producción de testosterona y potenciando de forma negativa a los componentes del Síndrome Metabólico.
Por su parte, el doctor Miguel Gil Flores, investigador en el campo de la salud masculina, Maestro en Ciencias con especialidad en Farmacología y Toxicología, destacó que considerando el riesgo que representa la disminución de los niveles de testosterona en los varones, es fundamental que todos los hombres a partir de la cuarta década de la vida acudan al médico ante la aparición de signos asociados con dicho trastorno, entre ellos: disminución del deseo sexual, disfunción eréctil, fatiga, aumento de peso, agrandamiento de mamas, reducción de fuerza muscular y caída de cabello, destacó el investigador.
Los hombres que cursan entre la cuarta y quinta década de la vida y presentan signos y síntomas propios del Síndrome Metabólico, deben implementar estrategias para evitar riesgos cardiovasculares, como la adopción de buenos hábitos de vida –incluyendo una dieta saludable y ejercicio– junto con un tratamiento farmacológico indicado por el médico tratante.
“Como parte de esta estrategia es pertinente restablecer los niveles de testosterona, para lograrlo existen tratamientos de reemplazo hormonal como el undecanoato de testosterona, el cual permite mantener de manera estable los niveles de esta hormona hasta por 12 semanas”, mencionó el especialista.
Cuando los niveles de testosterona alcanzan estándares normales, en el organismo masculino ocurren notables mejorías que ayudan a contrarrestar los efectos del Síndrome Metabólico, por ejemplo, incrementa la masa y fortaleza muscular, al tiempo que disminuye la acumulación de grasa, reduce la circunferencia de la cintura, mejora el perfil de lípidos y el metabolismo de la glucosa, y con ello los riesgo asociados al Síndrome Metabólico, aunado a que aumenta la densidad mineral ósea y la resistencia física, lo cual mejora las condiciones para que el hombre pueda realizar actividad física, expresó.
Adicionalmente, la administración de este tratamiento produce mejoría en la libido y la función sexual, además de generar un efecto positivo en el estado mental, la autoestima y ánimo del paciente, por lo que no solamente se contribuye a reducir el riesgo cardiovascular, sino que hay evidencia de que reestablece varios procesos metabólicos en favor del bienestar integral del hombre.
Finalmente, los especialistas invitaron a todos los hombres a identificar lo antes posible las alertas del hipogonadismo, acercarse con su médico y así, enfrentar a este padecimiento antes de que se presenten riesgos cardiovasculares que podrían ser fatales.