El Sistema Nacional de Gestión de Residuos de Envases y Medicamentos A.C. (SINGREM) reveló en su informe de medicamentos caducos 2015 que la población mexicana desechó principalmente 20 sustancias activas, como fue el caso del
paracetamol (analgésico) al ocupar la primera posición, seguida de otras sales que se prescriben también para dolencia, enfermedades del corazón, malestares grastrointestinales, antiinfecciosos, respiratorios, entre otros.
SINGREM analizó un millón 290 mil 678 unidades de medicamento caducos, cifra que equivale a una muestra aproximada al 10% del total de toneladas recolectadas en los contenedores especiales, destruidas el año anterior por la asociación civil sin fines de lucro.
Del total de piezas examinadas, 28% le correspondió a todos los principios activos que alcanzaron como mínimo un punto porcentual. El paracetamol logró la primera posición con el 4%. Le continuaron cinco medicamentos que obtuvieron individualmente 2%, como fue el caso del ácido acetilsalicílico, ranitidina, metformina, diclofenaco, y metoclopramida.
El 14% restante se dividió equitativamente entre sustancias como el ácido fólico, ambroxol, loratadina, bezafibrato, amoxicilina, albendazol, ciprofloxacino, glibenclamida, complejo B, enalapril, pravastatina, ketorolaco, bencilpenicilina y omeprazol. Diferentes principios activos que no alcanzaron los parámetros establecidos del análisis agruparon el 72%.
“El objetivo de esta medición es contar con información de valor para la industria farmacéutica, única en su tipo a nivel mundial. Porque podemos conocer con exactitud las características de los medicamentos caducos que llegan a nuestros depósitos especiales, como son la sustancia activa, caducidad, si es de patente o genérico, si proviene del sector público o privado, así como el grupo terapéutico al que pertenecen”, destacó José Antonio Aedo Sordo, director general de SINGREM.
Asimismo, el informe arrojó que del millón 290 mil 678 unidades muestreadas el 53% fueron fármacos genéricos y de marca 47%. En cuanto a grupos terapéuticos se refiere, antiinflamatorios y analgésicos encabezan la lista con 16%. En segundo lugar están los cardiológicos con 15% y con el 14% coinciden tanto los gastrointestinales e infecciosos.
De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana 052 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), todos los fármacos una vez que vencen se convierten en residuos peligrosos, y por tanto no deben tirarse en la basura ni al drenaje, sino en contenedores especiales para evitar con ello un posible riesgo sanitario o ambiental o que lleguen al mercado ilegal.
SINGREM es una asociación civil sin fines de lucro creada por la industria farmacéutica y respaldada por las autoridades gubernamentales. Con presencia en 26 estados de la República en los que se han instalado más de 4 mil 500 contenedores especiales distribuidos en 351 poblaciones.
De 2010 a la actualidad se han captado y destruido más de mil 300 toneladas de medicinas caducas. En el 2015 se tiene proyectado colocar seis mil contenedores especiales y alcanzar la cobertura nacional, además de aumentar a 110 el número de laboratorios adheridos.