El personaje de Eva Alicia nunca sale a escena, sin embargo alrededor del suicidio de esta niña gira toda la obra teatral de “Sánchez Huerta”. Una puesta en escena que de manera magistral llevó a más de 4 mil espectadores a disfrutar y reflexionar sobre el tema del suicidio infantil y a través de un diálogo con psicólogos y especialistas del
DIF CDMX abrir su corazón para abordar una problemática fuerte, dolorosa y trágica.
Durante tres meses de funciones de la obra, explicó el Director General del DIF CDMX, Gamaliel Martínez Pacheco, se realizaron 24 debates con psicólogos y especialistas en psicología de adolescentes y de conductas suicidas que conocieron mucho de la gente.
“Quienes han presenciado la obra, entre público en general y los más de 3 mil derechohabientes del DIF capitalino, han sido tocados en sus corazones por la emotividad de los actores al caracterizar a los personajes en situaciones reales de la vida, señaló Martínez Pacheco..
El primer impacto obtenido para el Titular del DIF CDMX, fue la comunicación ya que en el suicidio es muy difícil que lo hagan. Se logró estimularlos en su psique y que un gran número de personas hablaran al término de las funciones, con lo que se rompió un tema tabú en la sociedad dándoles voz a quienes se han querido expresar
“Este diálogo permitió brindar 63 orientaciones a personas que tuvieron la oportunidad y confianza de decirnos que tenían algún problema, después de ver la puesta en escena. Estas personas pidieron pláticas y talleres con ellos, 18 personas fueron canalizadas para recibir atención, de las cuales 4 refirieron factores de riesgo suicida, 2 se han enfrentado a la pérdida por suicidio y 12 conocen o viven con una discapacidad psicosocial que pudiera generar algún factor de riesgo suicida quienes fueron canalizadas para su debida atención”.
Para la productora de la obra Mónica Garza, el apoyo del DIF CDMX ha sido invaluable para llevar a cabo este proyecto. “Se tuvo la iniciativa de hacer un diálogo con el público, a través de unos debates al final de las funciones, donde tuvimos el apoyo de una identidad fundamental que ha sido fundamental para nosotros, el DIF de la Ciudad de México, que nos permitió contar con varios de sus psicólogos y de sus especialistas en psicología de adolescentes y de conductas suicidas. Gracias a ellos se pudo hacer un ejercicio inédito en el teatro, algo muy ambicioso que era intentar ayudar y lo logramos”.