Fumar representa un factor de riesgo, independiente y exponencial y no sólo acumulativo a otras condiciones físicas para sufrir un infarto, aseveró el cardiólogo e internista, José Luis Cervantes Escárcega.
En el marco de la conmemoración del Día Mundial del Corazón, detalló que el tema específico de este año es sobre el tabaco, “por la lucha ante un espacio libre de humo. Ese es el tema central del día de hoy, el Día Mundial del Corazón”.
Explicó, en entrevista con Notimex, que si la persona fuma, aunque tenga colesterol normal, sea delgada, haga ejercicio y no sea hipertensa ni diabética, el riesgo es dos veces mayor para sufrir un infarto que la población general, “por el simple hecho de fumar”.
Este riesgo se mantiene igual en el caso de los obesos, hipertensos y sedentarios, “pero si eres obeso, sedentario fumador y con colesterol alto, el riesgo es 20 veces mayor para sufrir un infarto”, alertó.
“Entonces -abundó- el tabaco no es un factor de riesgo dependiente, es un factor de riesgo, independiente y su suma es exponencial; de ahí la importancia de que entendamos que el tabaco hay que quitarlo a como dé lugar”, puntualizó.
En ese sentido, recordó algunas cifras de Encuestas Nacionales que muestran que 27.7 por ciento de la población es fumadora, lo que representa alrededor de 30 millones de fumadores.
De aquellos que consumen tabaco, las mujeres lo hacen en mayor proporción y hoy en día “la relación es uno a dos; fuman más mujeres que hombres, no solamente en la ciudad de México, sino en toda la República”, lo que es un factor más de riesgo para la salud de este sector.
Cervantes Escárcega hizo hincapié también en el aumento del número de adolescentes que fuma, lo que significa que si estos empiezan con “cinco cigarros, a la vuelta de tres o cuatro años son adictos que ya pueden comprar su cajetilla; y llegan a nosotros a los 50 años con enfisema o bronquitis porque empezaron a fumar a los 10 años”.
Refirió que de acuerdo con recientes publicaciones científicas, se sabe que no son cuatro mil, sino seis mil, las sustancias toxicas en el consumo de tabaco y hay un aumento a 23 en el número de enfermedades reconocidas asociadas, cómo el cáncer de colon, de estomago y de mama.
Así, dijo, el cigarro es una droga, ya que cumple con las condiciones estipuladas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para esta clasificación: que dé adicción, que genere tolerancia, y propicie síntomas conocidos como “síndrome de abstinencia".
De manera que de las seis mil sustancias reconocidas, el también presidente del Colegio Panamericano de Cardiología y Endotelio destacó tres: el alquitrán, el monóxido de carbono y la nicotina.
El cardiólogo e internista alertó que “la nicotina como droga es una poderosísima sustancia”, que se involucra en el proceso adictivo que combina diversos factores, incluso hormonales en el que interviene una hormona relacionada con el placer denominada dopamina.
Finalmente, abundó que existen procesos para combatir esta adicción con el uso de medicamentos y para mayor información refirió acercarse a la Clínica Antitabaco Pedregal.