A partir de enero, el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán contará con una clínica de hepatitis C, enfermedad que es posible erradicar con medicamentos orales, señaló su director David Kershenobich.
En conferencia de prensa, refirió que se prevé que esa enfermedad quedará eliminada para el año 2035, según la propuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
En este sentido reveló que un estudio encabezado por él, realizado entre 80 pacientes con ese mal y presentado en el Quinto Congreso Nacional de Patología, tuvo resultados importantes.
Se demostró que los nuevos medicamentos que tratan ese mal tuvieron 96 por ciento de efectividad para la eliminación del virus en mexicanos.
“Uno de los avances más importantes de la medicina del Siglo XXI ha sido tener los agentes antivirales directos que ofrecen la posibilidad de erradicar completamente el virus”, enfatizó.
Kershenobich incluso dijo que la Secretaría de Salud (SSA) negocia con los laboratorios para que los nuevos fármacos sean más accesibles al público, y los avances en este renglón seguirán el próximo año.
Acompañado por Jessie Gunter, del Centro de Análisis de Enfermedades, destacó que la frecuencia de hepatitis C va de entre 0.7 a 1.4 por ciento de la población total; es decir, un poco más de 700 mil a 1.5 millones de personas que potencialmente tienen este mal.
Recordó que hace años, el principal factor de riesgo era la transfusión sanguínea, el cual disminuyó desde 1962 debido a nuevos estándares de seguridad, pero han crecido otros como el uso de drogas intravenosas o tatuajes en condiciones no higiénicas.
Lo importante, sostuvo, es detectar a la población que tiene el virus y no lo sabe, y pueden pasar 20 o 40 años antes de presentar la sintomatología clínica; cuando esto ocurre, la enfermedad puede estar en etapas muy avanzadas.
La hepatitis C es “curable”, es posible erradicarla, con medicamentos orales, en un periodo de 12 a 24 semanas, y “probablemente en un futuro con ocho semanas de tratamiento será suficiente”, expuso.
Hay enfermos que tienen dañado el hígado y continuarán con complicaciones, pero el agente irritante que produce el deterioro se puede erradicar. “Las posibilidades de erradicación son de alrededor de 95 por ciento” sin efectos secundarios, insistió.
En este sentido, confió en que el gobierno apruebe pronto la utilización de estos medicamentos porque el costo-beneficio es importante.
“En el instituto, estamos preparando los recursos humanos. No se trata solamente de contar con los medicamentos, sino de hacer una buena utilización de éstos”.
La clínica atenderá a pacientes con hepatitis C todo el día, por un periodo de 12 a 24 semanas, y después el enfermo será dado de alta, añadió.
Ante ello, el especialista consideró que con la preparación del personal médico es de preverse que el número de casos se eleve, porque no se ha diagnosticado ni a 10 por ciento de los pacientes.
Además, destacó que la idea del nuevo centro de hepatitis C es convertirse un modelo que se replique después en otras partes del país.