Cuando la sudoración es excesiva puede alterar la sensación de bienestar de una persona e incluso llegar más a fondo y afectar el autoestima y seguridad de quien lo padece. Pocos saben que esto no es normal, y que se da independientemente del estado emocional o del clima del exterior.
A este padecimiento se le llama hiperhidrosis y consiste en la sudoración excesiva del cuerpo, producida por una falla en el sistema nervioso simpático, lo cual provoca que se produzca más sudor del que el cuerpo necesita para regular su temperatura. Las zonas más afectadas por la hiperhidrosis son axilas, frente, manos y pies principalmente. Esta patología que afecta a más del 3% de la población mundial, es decir 170 millones de personas en el mundo la padecen.
Este mal no solo implica problemas físicos, también trae consigo consecuencias que van más allá, causando en la persona que la padece un grave daño emocional con secuelas importantes en el autoestima, especialmente si la persona es muy insegura frente a las opiniones de los demás, pues difícilmente se atreverá a darle la mano a alguien o a usar cierto tipo de ropa.
Afortunadamente existe una alternativa muy eficaz para combatir problema; el Dr. Bernardo Goldzweig nos compartió la solución “uno de los tratamientos más efectivos y rápidos para combatir este problema es la aplicación de la toxina botulínica, es por medio de una inyección en la axila o en el área a tratar. Lo que va a hacer la toxina es bloquear de manera temporal los nervios que estimulan la sudoración, por lo tanto el paciente parará de sudar de forma excesiva; entonces tenemos que en 20 minutos se puede resolver un problema de toda la vida, la persona sale como si nada y puede hacer su vida normal, la inyección se aplica aproximadamente cada seis meses, dependiendo del grado de hiperhidrosis de cada quien”.
En cuanto a los efectos secundarios que puede traer consigo el tratamiento, el Dr. Goldzweig comentó que estos son temporales y se presentan sólo en unos cuantos casos, algunos de los efectos más comunes son dolor en el lugar de la inyección y síntomas parecidos a la gripe, sin embargo al paso de los días deben desaparecer.
Sudar excesivamente además de que es incómodo, es penoso para quien lo padece y hay que agregar que puede ser una gran limitante en diversas actividades cotidianas como convivir con personas, vestirnos con ciertos colores o prendas, participar en situaciones que nos exijan alto grado de esfuerzo, que incluyan una dosis de estrés o incluso dejar de asistir a lugares por miedo a la sudoración extrema. Ya no es necesario padecer, ni limitarse hay una alternativa, es sencilla, rápida y no duele.