El consumo de un huevo al día, bien cocido, podría ayudar a los bebés desnutridos a crecer a una altura sana, ya que contiene una rica combinación de nutrientes que favorece el crecimiento, sugiere una investigación estadunidense.
Los dos primeros años de vida son fundamentales para el crecimiento y el desarrollo de los niños, así que una mala nutrición perjudica ambos procesos, sin embargo cualquier retraso es en gran medida reversible.
Un equipo de investigadores estadunidenses, dirigidos por Lora Lannotti de la Universidad de Washington en Saint Louis, llevaron a cabo un estudio aleatorio durante seis meses en áreas rurales de Ecuador para determinar si los nutrientes del huevo impulsarían el crecimiento de los bebés desnutridos.
La población bajo estudio eran 160 niños de entre seis y nueve meses de edad, divididos en dos grupos, en uno de ellos los bebés fueron alimentados con un huevo diario durante seis meses y en el otro sólo monitoreados para comparar.
En el transcurso de la investigación, los investigadores visitaron a las familias de los menores todas las semanas para asegurarse de que se apegaban al plan de estudio y comprobar si alguno de los pequeños presentaba algún problema o efecto secundario, incluyendo alergia al huevo.
Al término de los seis meses, los especialistas midieron y pesaron a los bebés y observaron que 47 por ciento de los niños alimentados con un huevo al día registró un crecimiento significativo en comparación con los del grupo de control.
Los bebés que recibieron los huevos resultaron estar más altos y pesados que los otros menores, los cuales también comieron huevo pero de manera esporádica.
“Los huevos son una buena fuente de nutrientes para el crecimiento en los niños pequeños. Tienen el potencial de contribuir a reducir el retraso en su crecimiento”, afirma Lannotti en un artículo publicado en la revista especializada Pediatric.
“Nos sorprendió lo efectivo que es, y además es genial porque es muy asequible y accesible para las poblaciones que son especialmente vulnerables al hambre o la deficiencia nutricional”, agrega.
Tanto la yema como la clara de un huevo son ricas en nutrientes pues están llenas de proteínas; vitaminas D, B6 y B12; minerales como zinc, hierro, fósforo y cobre, así como ácidos grasos esenciales como el colesterol.
Todos esos son nutrientes esenciales para el crecimiento y salud de los niños, así que los huevos pueden hacer una contribución útil a los bebés, quienes necesitan una gran cantidad de nutrición pero sus estómagos son pequeños y no pueden adaptarse a la cantidad de comida, por lo que el huevo es ideal para ellos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 155 millones de niños menores de cinco años tienen desnutrición, la mayoría de ellos viven en países de bajos y medianos ingresos.