Ansiedad, depresión y estrés son los principales problemas de salud localizados en cuidadores de pacientes con cáncer terminal, según una investigación
encabezada por la doctora Tamara Cibrián Llanderal, adscrita al programa Cátedras Conacyt en el Instituto de Neuroetología (IN) de la Universidad Veracruzana (UV).
El estudio titulado Evaluación de trastornos afectivos y registro encefalográfico durante la valoración de imágenes con carga emocional, trabajo de investigación iniciado por la maestra Libia Xamanek Cortijo Palacios, tiene como finalidad generar en el Centro Estatal de Cancerología Dr. Miguel Dorantes Mesa (Cecan) —y con el tiempo en otras clínicas de Veracruz— la necesidad de la atención psicológica y tanatológica enfocada principalmente en el cuidador, porque este podría a mediano plazo padecer también una enfermedad originada como consecuencia de las actividades que realiza como cuidador, debido a los diversos estresores que se presentan en su vida.
“Lo que nosotros evaluamos durante el transcurso de esta investigación fue el estado afectivo de los pacientes que entran o que derivan al área de cuidados paliativos justo en su primera visita. A ellos les acaban de dar la noticia de que ya no hay marcha atrás, no hay oportunidad de tratamiento porque tienen cáncer metastásico, progresivo, recurrente o persistente”, comentó la investigadora.
En el estudio se evaluó a pacientes y cuidadores y tuvo como participantes alrededor de 180 personas: 100 cuidadores y 80 pacientes del área de cuidados paliativos. Si bien es cierto que existieron similitudes en relación con lo encontrado en otros estudios a nivel internacional —como el perfil del cuidador—, en el IN se detectó que la gran cantidad de este dominio está constituido por mujeres, y de ellas, un gran número representa a las hijas, madres o cónyuges. Hay otros estudios que han reportado —en el caso del cáncer de mama o cervicouterino— participación más activa del sexo masculino.
Además del análisis de estrés, ansiedad y depresión —tanto en pacientes como en cuidadores—, también se evaluaron dos índices que tienen que ver con la sobrecarga entendida como el ambiente que está viviendo el cuidador de pacientes terminales. Uno es el índice de Zarit y otro el de Robinson.
Ambos inspeccionan este tipo de sobrecarga y se centran en evaluar cuestiones emocionales subjetivas, determinan si existe claudicación por parte de los cuidadores. Algunas de las preguntas que se abordan son: ¿se siente tenso cerca de la persona que cuida?, ¿desearía dejar su cuidado a alguien más?, ¿su vida social y familiar se han visto afectadas?, entre otras.
El primer tipo de sobrecarga no tiene niveles tan altos en el estado de Veracruz, no se presenta. De acuerdo con el equipo de investigación, los cuidadores están muy comprometidos con su actividad y no muestran claudicación, la cual se reflejaría si dijeran: “Ya no puedo más”. Hay otro tipo de carga relativa a la cuestión física. Tiene que ver con el cambio de sueño, con la generación de gastos en los cuidados del familiar y con el desgaste físico que resulta como consecuencia del tiempo invertido en la atención al paciente. Está sí se muestra.
“Se someten a una gran cantidad de estrés, porque además de que cuentan con un familiar con cáncer terminal, también tienen hijos, deben cumplir con un trabajo, muchas no están casadas. Dentro de lo que manifiestan en las preguntas que hacemos es que sí tienen un estrés económico, pues no hay un presupuesto que alcance para toda la condición que están viviendo y muchas veces tienen que dejar su trabajo de tiempo completo y estar en otros de medio tiempo o incluso son amas de casa, abandonan lo laboral por completo”.
Además de este procedimiento, actualmente la investigación está centrada en evaluar a cuidadoras principales y un grupo control en una tarea que implica evaluación emocional con una base de datos internacional de imágenes con carga afectiva. Se realiza un electroencefalograma y se pretende ver si existen diferencias en el tiempo de respuesta y en la valencia que las encuestadas dan a la imagen, así como en el registro electroencefalográfico.
La novedad del enfoque paliativo en los estudios sobre el cáncer
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el país, de 2011 a 2016 cuatro de cada 10 defunciones en mujeres ocurrieron debido a tumores en órganos digestivos, contra tres de cada 10 en hombres. En el caso del cáncer de mama, en 2016 se detectaron 16 muertes por cada 100 mil mujeres a partir de la edad de 20 años.
La Secretaría de Salud del Estado de Veracruz refiere que a nivel estatal, los tumores malignos representan la tercera causa de muertes totales. Específicamente en los hombres destacan los relacionados con próstata, hígado y vías biliares intrahepáticas. En mujeres resaltan con más constancia los casos relativos a cuello uterino y mama.
Para la especialista, muchos de los trabajos que existen a nivel estatal y nacional sobre las investigaciones en torno al cáncer tienen que ver con el diseño de métodos de terapias; sin embargo, hay pocos que abordan el aspecto psicoafectivo en los cuidadores. Para el grupo de investigación del IN, este factor es de importancia en los procesos clínicos y en las políticas públicas en materia de salud, pues con el tiempo este sector puede desarrollar enfermedades crónicas y degenerativas.
“De los trabajos que hemos encontrado en México creemos que este es relevante, porque muchos de ellos reportan nada más un tipo de cáncer específico. Nosotros estamos ubicando los diferentes tipos de cáncer. Y usualmente se reporta solo uno de los factores, ya sea el paciente o el cuidador. En nuestro caso, tratamos de reportar a los dos para ver de qué manera se están comportando”.
De esta forma, se pretende que toda la evaluación que se hizo sea aplicada para que haya una atención más directa. Y con el tiempo lo esperado por quienes integran la investigación es que el análisis y la evaluación tengan utilidad para tratar de manera más efectiva este problema de salud, inicialmente en el Cecan, pero con vísperas de lograr abarcar otras instancias médicas, así como dar continuidad a los resultados.